Los tres tercios

Los tres tercios

11 Mayo 2007
Por más que se quiera romper la clasificación la política tradicional a través del binominalismo, más temprano que tarde los tres tercios se volverán a imponer.
Rodolfo Schmal >
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Políticamente en Chile han coexistido tres tercios: la derecha, el centro y la izquierda. Desde la incorporación del grueso de la población al padrón electoral, los partidos que representaron a la izquierda y al centro han ganado las elecciones, salvo excepciones. La derecha solo alcanzó electoralmente la Presidencia con Jorge Alessandri, en calidad de independiente. Gobernó con Gabriel González Videla solo una vez que éste se desembarazó y persiguió a los comunistas. Posteriormente también lo hizo con Pinochet, respaldando el golpe de Estado y constituyéndose en su soporte civil. Esto es, a la derecha sola le cuesta un mundo ganar la Presidencia electoralmente.
Por ello Pinochet estructura un sistema electoral que altere esta realidad imponiendo el binominalismo, procurando romper los tradicionales tres tercios. Bajo este sistema no ha logrado que la derecha por sí sola acceda al gobierno, pero ha logrado inflarla a nivel parlamentario. En los primeros años de la transición gracias a los senadores designados y ahora por el propio sistema binominal en sí. Esto explica su renuencia a modificarlo. Bajo el actual sistema electoral logra imponer sus condiciones, impidiendo desatar los múltiples nudos que Pinochet dejó atados y bien atados.
Lo anterior ha terminado por tener consecuencias. Uno, ha sido mellar a la Concertación que a lo largo de estos años ha tenido que bailar la música puesta por otros y no la que quisiera. Esto explica tanto sus éxitos, como sus fracasos, la existencia de autocomplacientes y autoflagelantes. Dos, el envejecimiento del padrón electoral reflejo de la apatía juvenil y el aumento de los votos nulos y blancos. Tres, disminución de su caudal electoral, sin que aumente el de la derecha. Esto es, aumentan lo que no están ni con unos ni con los otros dentro de este esquema binominal.
Esta es la expresión más clara de disconformidad con la realidad política actual donde las fronteras son difusas y donde estamos forzados a estar con unos u otros si no queremos perder nuestro voto. No obstante lo señalado, por el desgaste y agotamiento de la Concertación, desde el propio binominalismo es posible pensar en la resurrección de los tradicionales tres tercios, disminuyendo las desgastantes negociaciones que el sistema demanda y que ha sido uno de los factores de desprestigio de la política nacional.
A estas alturas del partido pocos dudan que las actuales coaliciones llevarán más de un candidato presidencial. En la Concertación difícilmente la Democracia Cristiana aguante una nueva elección sin candidato presidencial aún cuando la izquierda tenga uno mejor posicionado. Por tanto, lo más probable es que las próximas elecciones presidenciales será al menos, a tres bandas, dejando al descubierto los tres tercios de siempre. Lo mismo debiera ocurrir con las elecciones municipales y parlamentarias, donde tanto el centro, la derecha, como la izquierda, levanten cada uno, al menos una lista.
Por más que se quiera romper el esquema de izquierda, centro y derecha, la mona por más que se vista de seda, mona queda.

Comentarios

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Al autor, le indico sus

Al autor, le indico sus propias palabras, como respuesta a su invitación para que yo afirme en qué me afirmo para su apreciación chovinista (me quiero inclinar por esta opción): "No es necesario que nos vayamos a Francia a analizar lo ocurrido en las recientes elecciones. Con lo que tenemos en Chile es suficiente". Elegante forma de desdecirse es el olvido.

Finalmente, recalco las palabras de mi contradictor, sobre su definición de izquierda y derecha: "Que la pràctica diga otra cosa es otro cuento". Imagino que el lector se habrá sorprendido tanto como yo.

Imagen de rodolfo

Lo sucedido en Francia creo

Lo sucedido en Francia creo que corrobora lo que he estado afirmando. El tema de los tres tercios no se limita a Chile. Es una realidad mundial que Ricardo parece soslayar. Lo que no impide quew por momentos el centro desaparezca, particularmente cuando la sociedad se polariza y adquieren preeminencia las posturas extremas que encajonan al centro forzándola a optar: o estás conmigo o están contra mi.

No sé en qué se afirma Ricardo para creer que considero que con lo que hay en Chile es suficiente. Lamento también que Ricardo sostenga "allá él...al lector queda definir si es chovinismo, mera pereza o falta de conocimiento de los fenómenos políticos".

Creo que los diarios ciudadanos se han creado con otros propósitos y no para denostar o juzgar a terceros. En tal sentido invito a Ricardo a elevar el nivel del debate.

La verdad histórica es que la derecha tiende a valorar más el statu quo, orden, la disciplina, la autoridad, la propiedad. Para la derecha todo parte con el derecho a la propiedad. La izquierda, por el contrario, tiende a valorar el cambio, la persona, la libertad, la justicia. Que la pràctica diga otra cosa es otro cuento.

Así como a Ricardo se le vienen a la cabeza Chávez, Stalin y Fidel, debo decirle que ellos no son santos de mi devoción, ni los catalogo dentro de la izquierda en el marco conceptual que he definido. Stalin y Fidel han estado a la cabeza de regímenes que han conculcado las libertades e impusieron dictaduras. El caso de Chávez está por verse, porque nos guste o no es presidente por elecciones y hasta este minuto creo que existe un ambiente de libertades. El tema da para más, pero razones de espacio me impiden extenderme.

Respecto del centro creo que intenta representar el equilibrio, un adecuado balance entre autoridad, disciplina, orden con libertad, justicia, etc. Es la posición más compleja y por lo mismo la más incomprendida.

Imagen de Alex

Si la base de la discusion

Si la base de la discusion planteada por vuestra persona es hablar siempre de hechos por todos sabidos, no veo que este sea un aporte importante y, que haga crecer la oportunidad de un real debate dentro de la sociedad frente a nuestra politica contingente. Lamentablemnete nos encontramos con un comentario que no quiere ver el bosque (centro) y que al parecer no acepta una postura divergente y que no acepte las irresponsabilidades con que nos encontramos frente a estos ultimos dos gobiernos, acrecentado exponencialemente, en este ultimo. La libertad y la justica son francamente valores sociales, que no deben pertencer a un solo sector... si se sigue pensando de esta forma draconiana, creame Ud, que la politica se ira a la UCI y terminaremos por tener gobiernos acefalos y que solo andan de beso en beso y no ordenan (principio fundamental de organización de cualquier estamento publio o privado), la casa y, dejen de aprovecharse de la clase menos influyente y que solo es considerada para efectos electorales. Es una lastima desconocer la realidad, desconocer lo que pasa en el globo y no querer aceptar que el neolioberalismo y prostitucion politica de este ultimo tiempo hanl levado a que la redistibucion del ingreso solo sea un lindo discurso y que los problemas reales se consideren solo en tiempos de campaña.

Imagen de Ricardo

Lástima que el comentarista

Lástima que el comentarista no le tome el peso a lo sucedido en Francia, donde no existía un centro político, y que apareció casi por necesidad de la gente. Se lo planteaba porque es algo interesante y relativamente novedoso como fenómeno, pero si considera que con lo que hay en Chile es suficiente, allá él... al lector queda definir si es chovinismo, mera pereza o falta de conocimiento de los fenómenos políticos.

Ahora, francamente me decepciona un comentario tan ligero sobre qué representa la derecha y la izquierda... libertad y justicia ésta última... Chávez, Fidel y Stalin, en fin, el "socialismo o muerte" se me vienen a la cabeza. Ellos, creo, representan una autoridad que la izquierda aún no deslegitima, y que el autor desconoce u omite.

Sí podría concederle al autor del artículo, que la izquierda chilena es distinta a la anterior. Claro, si la Presidenta Bachelet, que habla(ba) de gobierno ciudadano, hoy exigiendo orden militar a sus parlamentarios, que en esa concepción parecen carteros, que reciben y despachan papeles; escapando de modo cobarde de la expresión de la gente, cambiando las horas de sus actividades.

Es cierto, el caso chileno es único, en especial con éste gobierno. Para el caso, la calificación del autor no nos sirve, porque la izquierda a la cual pertenece Bachelet, no representa ni libertad (lo del Transantiago es una expresión de falta de ella para quienes deben ocupar ese medio y no poder estar con sus familias), ni justicia (casos de corrupción que no quieren ser investigados, falta de equidad en la distribución del ingreso), ni tampoco es una autoridad que imponga respeto (salvo por la cantidad de policía que lleva para los actos "con" la gente). Ojalá que el señor Schmal no nos diga que el centro es la falta de esas características, y reconozco que este gobierno no representa absolutamente ninguna idea.

Imagen de rodolfo

Efectivamente no estoy

Efectivamente no estoy afirmando nada nuevo. Tan solo que el sistema binominal está agotado con independencia de la Concertación.

La música de hace 17 años tan solo la congeló la dictadura y el sistema binominal. Los tres tercios, mas temprano que tarde reaparecerán porque está en la esencia de todo régimen político y de las posturas de las personas. Nuestros pensamientos, según nuestras propias prioridades, se clasifican en derecha, centro e izquierda como una mera tabla de ordenamiento. Quienes privilegian el orden, la disciplina y/o la autoridad tienden a localizarse a la derecha del espectro político; quienes privilegian la libertad y la justicia, se ubican a la izquierda, y entre ambos hay toda una gama que va desde la centro derecha a la centro izquierda. Es una clasificación simple, pero que ayuda a identificar el domicilio polìtico de cada cual.

No estoy comparando elecciones presidenciales con parlamentarias y locales, pero todas están afectadas por el binominalismo que encorseta, fuerza la realidad política, impidiendo que ella se exprese naturalmente. Es tan así que al centro político cada vez le cuesta más encontrar su expresión bajo el sistema vigente.

El desafío es romperlo por la vía de armar 3 coaliciones que representen la realidad de los tres tercios. Ello conlleva un riesgo porque los cupos son dos en el caso de las parlamentarias, y por tanto una de las 3 coaliciones perderá en cada región o distrito, según si se trata de una elección a senadores o a diputados.

En la presidencial, que cada coalición lleve su candidtato y la segunda vuelta dirime al ganador. asi de simple.

No es necesario que nos vayamos a Francia a analizar lo ocurrido en las recientes elecciones. Con lo que tenemos en Chile es suficiente.

Imagen de Ricardo

Venir nuevamente en mayo de

Venir nuevamente en mayo de 2007 a plantear algo que hace rato todos los medianamente enterados del tema saben, me parece un poco ligero, especialmente cuando el aporte a la discusión es francamente nulo.

Responsabilizar al sistema binominal por lo patético que está resultando este gobierno de la Concertación, es desconocer la realidad. Que el ministro de Hacienda se reúna con empresarios que le siguen el juego, que la Presidenta sea "institintiva" y que exista el desorden que hay, ya no solo en las bases, sino que a nivel cupular, no creo se deba a eso, sino que a la falta de un proyecto que convoque. Eso no tiene nada que ver con la música dejada puesta hace más de 17 años.

Quizás, el comentarista señor Schmal podría entregarnos datos de la polarización francesa y la irrupción de Bayrou, que es un fenómeno bastante más interesante, al igual que el propio Sarkozy.

Por último, creo que el comentarista, por razones de mera lógica, no puede comparar las elecciones presidenciales con las parlamentarias y locales, cuando el sistema no permite en la práctica, la separación de los actuales grupos de partidos.

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