Reforestar: ¿un negocio?

14 Marzo 2006
El Protocolo de Kyoto propone una serie de medidas para disminuir la emisión de gases contaminantes. Chile ya se está haciendo parte de ellas.
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Todos sabemos que la cantidad de gases contaminantes, entre ellos el CO2, son eliminados en la atmósfera constantemente. Eso ha traído como consecuencia una disminución de la capa de ozono y un cambio climático, elevando progresivamente la temperatura del planeta.
Para evitar dicho proceso es que el protocolo de Kyoto, parte de cuyas normas ya han sido aprobadas, propone la venta de bonos de carbono. ¿Qué significa esto? Que países que no puedan cumplir con la reducción de emisión de gases que se les exige, pueden invertir en países en vías de desarrollo para allí desarrollar tecnologías limpias.
O visto al revés, esto también permite que empresas chilenas que han reducido su emisión de gases invernadero puedan vender esa reducción a países más contaminantes.
Sin embargo, existe otro tipo de bonos, por decirlo así, que pueden ser aún más interesantes para la Región del Maule. Esto es lo que sucede con los sumideros de CO2, que son los proyectos de forestación y reforestación que permiten recuperar suelos degradados mediante forestación, generando al mismo tiempo recursos económicos.
Recordemos que el suelo maulino presenta un nivel de erosión bastante elevado. De hecho, el 52% de los suelos cultivables presentan una erosión grave o muy grave.
Por otro lado, la industria forestal representa un sector importante de la economía de la región y gran parte de las exportaciones provienen de ella.
Veamos lo que está sucediendo aquí cerca, en la VII Región con el proyecto Terranova.
El proyecto Forestación Asociativa (FAS), impulsado por Forestal Terranova es el primero a nivel nacional del sector forestal en ser aprobado para postular al Mecanismo de Desarrollo Limpio, en el marco del Protocolo de Kyoto.
Ese proyecto pretende capturar 1,4 mega toneladas de CO2 totales, en 6 mil hectáreas de plantaciones establecidas entre los años 2003 y 2008. Beneficiará a aproximadamente 200 propietarios y a sus familias de las comunas de Yumbel, Cabrera y Ñuble, quienes podrán recibir en forma adicional a los recursos por la comercialización del bosque, unos US$4 millones de ingresos intermedios.
En el tiempo de espera mientras los bosques alcanzan su madurez, estos ingresos serán utilizados en forma asociativa en la generación de proyectos de corto plazo que tendrán como objetivo la sustentabilidad de estas familias durante los 21 años del proyecto.
Esta es una idea que, sin duda, vale la pena analizar para nuestra región.

Comentarios

Imagen de Alejandro Vega

Excelente noticia para

Excelente noticia para luchar contra la erosión y evitar que los suelos terminen en el mar. En las costas de la séptima región poco a poco se han ido forestando los cerros erosionados o eriasos en los que años atrás se cultivó trigo hasta agotar el suelo, incluso en Iloca me fijé que los agricultores que cultivan papayas están plantando sus árboles en terrazas y no en favor de la pendiente, eso es un gran cambio cultural.
Respecto a la captura de carbono, es un excelente beneficio el recibir un dinero extra al que se obtiene por la cosecha y si se ayuda al medio ambiente, mejor.
Para forestar en la séptima región, habría que asociarse con alguna empresa o entidad que esté comprometida con la captura de carbono de otra forma no ingresarían estos dineros.