Luego de dos meses de vacaciones, donde la rutina prácticamente no existe en la casa; retomar los hábitos de estudio, levantarse temprano y volver a acatar reglas escolares puede ser traumático para los estudiantes, especialmente para los más pequeños que ingresan por primera vez al sistema.
Atrás quedó levantarse a mediodía, ver televisión y realizar actividades recreativas a gusto y comodidad personal. En los próximos días habrá que acostarse temprano, ajustar el despertador cerca de las 7 de la mañana, almorzar a veces en el colegio, y por las tardes hacer tareas y estudiar. Un cambio que a muchos no convence y hasta asusta.
Patricia Escobar Undurraga, Directora de Psicopedagogía de la Universidad Andrés Bello, explica que lo primero que los padres deben hacer es motivar a los hijos frente a la nueva etapa escolar. Lo importante es hacerles ver que la escuela no significa algo tedioso, todo lo contrario, deben manifestar mensajes positivos frente al retorno y que no escuchen frases como: “qué horror, de vuelta al colegio” o “por fin vas a entrar, para que hagas algo”. La idea es que los niños no mentalicen a la escuela como un castigo o algo tedioso.
En el caso de alumnos que hayan repetido de curso, es necesario que les hagan ver que ésta es una nueva etapa, que tiene una nueva oportunidad y que juntos van a lograr este nuevo desafío.
Disminuir la ansiedad
Los niños, especialmente los más pequeños, presentan muchos miedos o temores al entrar al colegio. Por lo tanto se sugiere conversar con ellos sobre cuáles son sus angustias y expectativas de este año, con el fin de ir disminuyendo así la ansiedad que provoca el primer día de clases. Frente a esto, es relevante que los padres vayan observando las conductas de sus hijos durante las primeras semanas de inicio escolar, y si éstas no son adecuadas, se sugiere solicitar una entrevista con la profesora para ver qué sucede y mantener una conversación constante con su hijo.
Respecto a la ansiedad de los padres, ellos también deben ser capaces de controlar su actitud tratando de evitar frases como “por favor pórtate bien” o “tienes que sacarte puros sietes”. No hay que olvidar que los niños buscan en sus padres apoyo y compromiso activo.
Recomendaciones :
Establecer con sus hijos una rutina de organización, en donde se vayan estableciendo horarios de estudio, ocio, preparación de materiales para el otro día, sueño, etc. Hay que regular los horarios, planificando los momentos en que se dedicarán a realizar las tareas escolares, los de recreación, entre otros.
Fijarse en conjunto algunas metas. Estas pueden ser a nivel anual, mensual y hasta semanal, estableciendo con sus hijos un compromiso. Lo ideal es escribirlas, así podrán ir chequeándolas y visualizando si se han logrado o no. Si esa meta no se ha podido lograr preguntarle a su hijo ¿cuáles han sido los problemas que ha tenido para poder concretar aquello que se propuso?.
Buscar un lugar apropiado de trabajo, es decir, establecer un sitio en donde su hijo pueda realizar sus tareas de manera concentrada. Ojala ese lugar tenga una buena iluminación, ventilación, buen mobiliario (mesa, silla y lámpara, además de tener al lado todos los materiales necesarios para poder realizar sus tareas, como lápices, hojas, tijeras, etc.).
Asegurarse de la buena alimentación. Antes de comenzar a estudiar, que su hijo se haya alimentado sanamente.
Monitorear el tiempo de televisión y video juegos.
No hacerles sus cosas. Usted vaya guiándolo en cómo puede realizar la tarea, en recordarle hacer la mochila.