Proyecto de uniones de hecho planteada por la UDI es rechazada por comunidad Gay

Proyecto de uniones de hecho planteada por la UDI es rechazada por comunidad Gay

03 Enero 2011
EL Movilh rechazó el proyecto sobre las uniones de hecho planteada por la UDI, por considerarla absolutista y homofóbica.
Equipo El aMaule >
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El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) repudia la propuesta de uniones de hecho impulsada por la UDI, toda vez que varios de sus contenidos, publicados por El Mercurio, son a todas luces homofóbicos, así como un claro intento de boicot al avance de una ley de uniones civiles en Chile.

De ser efectivo lo publicado por El Mercurio, la propuesta de la UDI viene a imponer visiones dictatoriales y absolutistas, cargadas de ideología religiosa, sobre las diversas formas de amar y construir familias, siendo ese su verdadero y principal objetivo y, en ningún caso, el de resolver los problemas de los convivientes heterosexuales y homosexuales.

Sostener que la "la familia se origina siempre en la unión entre un hombre y una mujer”; es una apreciación sin sustento en la realidad, dada la variedad de composiciones familiares existentes en Chile, así como un claro intento de discriminar a las parejas constituidas por personas del mismo, negando la condición de familias de las mismas.

La imposición que la UDI pretende hacer sobre qué significa “familia” llega al extremo de no reconocer a los bienes de las parejas homosexuales como “familiares”, pero sí a los heterosexuales, lo que implica una discriminación arbitraria en la propuesta misma, que mal entonces puede recibirse como un aporte a la no exclusión y la igualdad, toda vez que viene a generar nuevas formas de homofobia.

La homofobia de la UDI llega más lejos aún cuando rechaza regular la uniones de hecho por contrato, lo que en la praxis implica el desconocimiento de la unión de los convivientes, homosexuales o heterosexuales, limitando los beneficios a aspectos de tipo de económico y desconociendo el amor y los lazos afectivos de estas parejas.

Los convivientes no son sociedades económicas, sino que familias vinculadas por el amor. Cualquier propuesta que desconozca esta situación está contaminada de una ideología que por un lado considera como válido y legítimo solo la unión matrimonial y, que por otro, intenta institucionalizar nuevas formas de homofobia en un país donde las parejas homosexuales, aún por ley, no pueden casarse.

El rechazo a reconocer formalmente las uniones es, además, del todo contradictorio, cuando la propuesta UDI se esfuerza en poner una serie de requisitos donde exige que la pareja se trate como tal en su relación domésticas por un exagerado período de tres años. Es decir, por un lado rechaza que la unión se formalice en un contrato, pero por otro exige que la unión exista por tres años para acceder a los beneficios de la propuesta, lo que demuestra hasta donde son capaces de llegar algunos sectores políticos para boicotear la igualdad plena y las uniones civiles: al sin sentido mismo.

Recordamos que la Corte Suprema ya ha informado sobre proyectos de ley de unión civil que están en el Congreso Nacional, entre esos el Pacto de Unión Civil, y al respecto ha sido clara en aconsejar que los convivientes formalicen su vínculo en el registro civil, por ser esta la única vía que impediría fraudes Y/O regular a nivel nacional que las personas tengan un sólo vínculo y no más.

El único aspecto positivo de la propuesta UDI es que ahora al parecer existe consenso en su seno de que las convivencias deben regularse porque la normativa actual no resuelve los problemas patrimoniales, de herencia, de salud y previsión, entre otros. Ese un salto positivo, pues hasta comienzos del 2010 la UDI señaló y falseó públicamente que una propuesta de este tipo era innecesaria, señalado que los problemas podían resolverse con la normativa actual.

Este viraje positivo, sin embargo, se oscurece con las indicaciones homofóbicas y discriminatorias que trae la propuesta, convirtiéndola en una incoherencia si es que dice buscar mayor igualdad de derechos, pero al mismo tiempo se esmera en indicaciones que apuntan a lo contrario.

Foto/CC darthkao.