En la actualidad se tiende a concebir el concepto de “Desarrollo” de una forma más amplia, no sólo asociado al crecimiento económico, sino que se habla de un Desarrollo integral, donde se involucra otros ámbitos como el ámbito político, social, cultural entre otros. Dando así de alguna forma respuesta a una realidad multidimensional y dinámica que es la actual.
Tamara Retamales C.
Al referirse al Desarrollo como algo integral, necesariamente nos revoca al acceso a condiciones de vida más humanas, a un bienestar colectivo, justicia social y que además esto sea garantizado en el tiempo.
Para nadie es desconocido que el crecimiento económico para Chile en los últimos años ha sido favorable, los mercados internacionales se amplían, gran parte de la sociedad accede a la enseñanza superior por nombrar algunos aspectos. Sin embargo, hay todavía gran parte de la sociedad que no está siendo favorecida por este crecimiento, por el contrario, este ha abierto brechas de inequidades mayores entre ricos y pobres. La pregunta es ¿quién debe hacerse cargo de estos sectores que están siendo desfavorecidos?
La respuesta más común es que sea el Estado quien asuma la responsabilidad de aquellos sectores de la sociedad que no puedan acceder de forma óptima al Mercado. Por años se pensó de está forma, que era el Estado quien debía asumir, a través de instrumentos que fueran eficaces para terminar con las inequidades, entonces el Estado dando respuesta a esto, crea las políticas sociales para soslayar aquellas brechas entre ricos y pobres.
Sin embargo, al paso de los años esto se hizo insostenible por diferentes razones. Es así que se comienza a pensar que esta situación no es sólo tarea del Estado, sino que de todos los que pertenecen a la sociedad, o sea el Desarrollo de Chile y las Políticas Sociales que ayudan a alcanzar el primero era tarea de cada uno de los chilenos.
Suena fácil y bastante elegante para quien lo lee o lo escucha, sin embargo no es tan así. La sociedad no ha logrado involucrarse verdaderamente con el Desarrollo de su propio Barrio o Comuna, menos ha podido vincularse estrechamente con el de su país.
Gran culpa de esto quizás debamos atribuírselo a la individualización, donde sólo importa lo que a mí me pase y a mi familia y creo que el resto del país no importa que sean los políticos (como los llamamos las personas) quienes se encarguen del resto.
Para que las políticas sociales tengan un éxito sustentable y que dejen de ser sólo buenas intenciones de algunos, debemos promover y fortalecer confianza y un reconocimiento del otro como actor válido. Y por último darle al Desarrollo un sentido colectivo. Por lo tanto, las políticas sociales como su nombre lo indica deben ser sociales, o sea si van dirigidas a los más desprotegidos que sean ellos quienes decidan en qué ámbitos para ellos es importante la ayuda que les ofrecen. Además, sería enriquecedor que los diferentes sectores de la sociedad, tanto públicos como privados, se reconocieran como interlocutores válidos y asumieran que se necesitan mutuamente, para así lograr que las diferentes estrategias de Desarrollo que surjan de aquellas discusiones se sentirían más nuestras, más sociales o sea más soluciones con mayor éxito.
Por último cuando la sociedad asuma que cada uno es responsable de uno mismo y a la vez del otro y que mis acciones afectan al otro, se logra asumir que el Desarrollo es nuestro y que este no puede ser impuesto por otros.
Cuando el Estado entienda que las Políticas Sociales son un instrumento bueno en su esencia para combatir las brechas de inequidades, pero que no tiene valor si no es compartida la responsabilidad de su diseño, ejecución y evaluación por otros actores el fin de las políticas, se perderá en el camino y seguiremos buscando culpables de algo que sucede gracias a nosotros mismos.