Como pocos frutos en el mundo, el Queule es una especie que sólo se haya en un lugar, en la costa de nuestra región y en parte de la Octava. Su futuro está comprometido ya que existe escaso conocimiento de sus condiciones de desarrollo y posibilidades de comercialización, a pesar de ser un fruto con grandes potencialidades al ser utilizado para elaborar mermeladas y otros usos en repostería.
La investigación, que dirige Diego Muñoz, académico del Departamento de Ciencias Agrarias de la Universidad Católica del Maule, y director de su Escuela de Agronomía, conjuntamente con la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura, ha permito que el Queule, hoy desconocido para la mayoría de los chilenos, esté comenzando a traspasar las fronteras nacionales.

El proyecto aborda tres problemas en el secano costero de la región: la falta de alternativas productivas en el ámbito agrícola, la existencia de especies nativas en vías de extinción y el escaso desarrollo de recursos genéticos patrimoniales de Chile.

Es así como esta experiencia científica fue una de las protagonistas en el reciente IX Congreso Latinoamericano de Botánica, efectuado en República Dominicana, al cual Muñoz acudió para dar cuenta de esta investigación local.

Del mismo modo, la Escuela de Agronomía de la UCM, ubicada en el Campus San Isidro (camino Los Niches Km. 7 Curicó), fue lugar para la participación de profesionales, representantes del SAG, INDAP, Prodesal, y estudiantes de la Provincia de Curicó, quienes asistieron a la charla de difusión a objeto de informar al público aspectos del congreso y del Queule en general.

“El Queule está en grave peligro de extinción”, sostuvo Muñoz, añadiendo que “éste es un recurso natural fitogenético propio del Maule, entonces nosotros somos los que tenemos que desarrollarlo”.

“Nuestro estudio despertó mucho interés entre los botánicos, porque el Queule es una especie única en su familia botánica (Gomortega keule), y en su condición evolutiva”.

“Tenemos mediciones en terreno que nos han permitido ver cómo va cambiando el árbol a través del año, como crece y florece”.

“Por otra parte -continuó- estamos en conversaciones con el medio externo para ver las potencialidades comerciales, entrevistándonos con personajes claves del mundo de la gastronomía, para conocer su opinión sobre las proyecciones futuras de desarrollar productos comestibles a partir del Queule, y también lo haremos con el público potencial para establecer ciertas perspectivas comerciales al poder recoger la opinión de la gente”.
IMPACTO SOCIAL
La investigación considera la situación de pobreza de la zona geográfica, aún más aguda en las comunas del secano costero, donde este árbol nativo responde a sus propiedades comestibles, siendo utilizado por las comunidades rurales en su área natural para la elaboración de dulces y conservas.

“El objetivo general del estudio es sentar las bases para el desarrollo de un nuevo frutal como alternativa productiva sostenible para pequeños agricultores del secano costero de la Región del Maule, a partir de Queule como recurso fitogenético nativo”, recalcó Muñoz.

El proyecto, con una duración de un año a partir de diciembre, comprende el uso de diferentes insumos y condiciones para la elaboración de productos procesados; análisis químico mediante cromatografía, espectrofotometría y otros; evaluación de la demanda potencial y perfil de mercado meta, mediante consulta a expertos, potenciales empresas y consumidores finales; seguimiento del crecimiento y prendimiento de plantas en campo; prospección de poblaciones naturales y selección según parámetros productivos, y; realización de días de campo, charla y elaboración de materiales de difusión.

En este sentido, el Queule puede llegar a generar oportunidades agrícolas y comerciales en el futuro, a largo plazo. Sin embargo, siempre es necesario ser cautelosos para no precipitar la extinción de especies amenazadas, por querer extraer material desde poblaciones naturales.

“Es importante no crear falsas expectativas en el sentido de pensar que es un gran negocio en el corto plazo, siendo que se está investigando una posibilidad agrícola y alimentaria para el futuro no inmediato”, enfatizó el investigador.