Salmonera ocupa ilegalmente zona y destruye actividades de la pesca artesanal

La ocupación ilegal de zonas costeras por parte de la industria salmonera ya no está siendo una excepción, sino más bien una constante. Así lo demuestra la constatación realizada por la subsecretaría de Marina respecto a la salmonera Aguas Claras, perteneciente a las empresas AquaChile, que en Cochamó- estuario de Reloncaví- ocupa 6 veces más territorio que el autorizado legalmente. Además, esta subsecretaría “presume” que esta empresa habría afectado las actividades de cultivo de choritos que pescadores artesanales mantienen en el lugar.
“Con fecha 11 de de septiembre de 2006, la autoridad marítima local procedió a efectuar otra inspección al sector en comento, ejecutando un levantamiento topográfico con equipos GPS de última generación a las instalaciones existentes, obteniendo como resultado que la empresa está ocupando realmente 26 hectáreas”, afirma una respuesta de la subsecretaria de Marina, Carolina Echeverría Moya, a una consulta de los lugareños afectados. Aguas Claras sólo tiene permiso para ocupar 4,29 hectáreas.
Lo curioso de todo esto es que a pesar que en octubre de 2004 la autoridad marítima otorgó un plazo de 30 días a la empresa para regularizar su ilícita situación, esta compañía informó que estaba en pleno proceso de engorda de salmones, los que cosecharía en marzo de 2005. Sin embargo, pasado casi dos años, Aguas Claras/AquaChile aún ocupa ilegalmente esa zona.
Ante esto, la Armada comunicó esta irregularidad al Consejo de Defensa del Estado y al Juzgado Civil de Puerto Montt, los cuales no se han pronunciado sobre este particular.
Remigio Gutiérrez, representante de los pescadores de Cochamó afirmó que “existen una serie de irregularidades y la producción de este centro de cultivo de salmones debería ser decomisada porque fue generada en forma ilegal. Si Sernapesca fiscalizara, tendría que requisar estos salmones y donarlos a alguna organización de beneficencia o desnaturalizarlos y llevarlos a un vertedero, tal como lo hace cuando decomisa productos de la pesca artesanal, a veces, cuando los pescadores extraen recursos en veda”.
“Ahora si estas producciones de salmones fueron vendidas en Estados Unidos o en la Unión Europea, tuvieron que salir con certificados fraudulentos, porque su origen fue ilegal”, agregó el dirigente.
Gutiérrez denunció que hay otros centros de cultivo de salmones que estarían en la misma situación irregular. “Hay por lo menos otros siete casos similares donde las empresas han ocupado ilegalmente porciones de agua y de fondo, han corrido unos 300 metros sus instalaciones y en otros lugares hasta algunos kilómetros”, dijo el representante de la pesca artesanal.
Consultado respecto a la labor de los organismos del Estado y la fiscalización que deberían haber desarrollado, Gutiérrez expresó que “aquí existe una descoordinación entre Sernapesca, la CONAMA y la autoridad marítima. Pero lo peor, creemos que las empresas estarían falsificando los Informes Ambientales (INFAS), que cada año presentan al Estado. Si fuera así, sería muy grave, pues estarían falsificando un instrumento público”.
“Toda esta información la llevaremos al Servicio Nacional de Pesca y esperamos que esta dirección regional realice un trabajo serio”, exigió Gutiérrez, al preguntarle por las críticas que se le realizan al director regional, Francisco Fernández a quien diputados califican como “muy pro salmonero”.
“La acción del director regional va a estar siendo observada y debe ser responsable, porque a través de él está también la reputación de la Presidenta Bachelet, porque ella es la que pone a estos funcionarios públicos”, expresó.
Destrucción de cultivo de choritos
El dirigente informó igual acerca de la destrucción de un centro de cultivo de choritos que una sociedad de pescadores artesanales mantenían en la zona. Esta información también la hicieron llegar a las autoridades navales y la subsecretaría de marina les respondió que “respecto al corte de líneas y muertos ocurridos a los colectores de semillas de su propiedad, la autoridad marítima local presume que estos habrían sido provocados por el movimiento de fondeo pertenecientes a la empresa salmonera” (Aguas Claras).
Remigio Gutiérrez, dijo que junto a otras personas crearon una sociedad para instalar un centro de cultivo de choritos, pero que estas instalaciones fueron hundidas por unas operaciones que Aguas Claras realizó en su centro de cultivo de salmones que esta operando en una zona ilegal.
“Cuando ocurrió esto, incluso la empresa trato de reflotar nuestras instalaciones, pero después dejo todo abandonado”, acusa Gutiérrez y afirma que esta situación le ha significado a los pescadores pérdidas por más de 100 millones de pesos.
En la localidad de Cochamó cerca de 600 pescadores de pequeña escala viven de la pesca, la recolección y cultivo de mariscos, los cuales se han visto afectados por diferentes impactos que ha generado los diversos centros de crianza industrial de salmón.
Fuente: ecoceanos
Foto: simenon