Amores que matan

Amores que matan

04 Abril 2007
Para mi Gabyta, que le encantó este cuento en una clase de Literatura allá por el \'99, cuando eramos bachiamigas.
Romina Cargioli >
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Cuando terminó de leer el libro se inundó de una sensación de vacío, estaba tan solo y esa pareja, la de la novela, era tan feliz, haciendo lo imposible por estar juntos. Él, en cambio, había pasado una vida tan simple, tenía 55 años, no tenía amigos ni familia, lo único que sentía como suyo era la gran casa, ya casi abandonada, de la cual no quería marcharse, porque los recuerdos de un pasado un poco mejor lo mantenían vivo.
De pronto se le ocurrió algo, quería morir, pero morir con fama, con gracia, de una manera entretenida. Él nunca había sido una persona entretenida, más bien fome, falto de humor y sin poder reír de si mismo.
Quería morir, pero lo haría con gloria y por la única cosa que lo había apasionado de alguna manera. Iba a tomar Coca Cola hasta que su organismo no resistiera la cantidad de azúcar que contenía su sangre, cuando el gas lo hinche tanto que el estómago se dilate sin poder volver a su forma original, cuando su cerebro explote como cuando sirven las bebidas con hielo y el reventar de las burbujas te llegan a la nariz.
Primero, gastó todo el dinero que disponía en comprar acciones en Embotelladora Andina, así podía acceder a una cantidad ilimitada de Coca Cola gratis, que fue almacenando durante un mes. Cuando llegó a la cantidad deseada se sintió contento, tenía listas las mil botellas que había juntado. Las tenía de todos los portes, personales, de medio litro, litro y medio, latas con motivos navideños, de vidrio y una edición limitada, sólo para accionistas, que venía en envase de cartón, como el de las leches.
Empezó a tomar lentamente, no quería que antes de su muerte terminara odiando la gaseosa y sus planes se esfumaran. Tomaba Coca Cola cada media hora para mantener el ritmo y no dejar tiempo para la absorción del azúcar y la deshinchazón. Al paso de los días era una bola de manteca, pero al mismo tiempo también sentía que estaba logrando algo en su vida.
Lo que más quería en la vida lo estaba matando y eso lo llenaba de orgullo, sería como en los libros de amor, dando la vida por su amada, porque no sólo tomaba Coca Cola, sino también con las acciones compradas aumentaban las inversiones de la empresa, y su amada seguiría siendo universal.
Empezó a respirar más lento, ya no podía juntar las tapitas de las botellas y pegarlas en las muralas, como lo había hecho. Tomó una decisión: llenó la tina de Coca Cola y se sumergió en ella, no saldría de allí hasta dejarla vacía. Empezó a beber, sus tímpanos explotaron y las corneas salieron de su posición normal como pidiendo auxilio. Mientras él cantaba en silencio, una y otra vez, las canciones de Coca Cola y la vida se le extinguía.

Comentarios

Imagen de juan ignacio

muy alucinante y divertido

muy alucinante y divertido

Imagen de gabriela

pero la dura azii na ke ver

pero la dura azii na ke ver lo ke sale ai kon lo ke ando buskando... ke me importa a mi ke la ql se aia sentio vacia i ke se compre vaianse a la xuxa wm kero un resumen no 4 ojas de la wea po ctm!!

Imagen de socrates

exageracion

exageracion

no es nada real

todo es mentira

solo se que nada se

Imagen de Diego De Barbieri

BUENA.. Alguna critica a

BUENA..

Alguna critica a alguien...