Como un hito histórico, fruto de un largo trabajo impulsado por la ciudadanía partidaria de ciudades a escala y ritmo humano, que ha encontrado respuesta en el Gobierno., fue considerada la ceremonia de firma del Proyecto de Ley que Incentiva el Uso, Fomento e Integración de la Bicicleta en nuestro país.
La idea de transformar por medio de una ley las ciudades para la integración plena y segura de la bicicleta al tránsito, es relativamente nueva en el mundo. El proyecto de Ley que hoy se firma y envía al parlamento no es una simple modificación de la Ley de Tránsito u otra particular, sino una Ley Marco o ley de leyes, que reconoce como derecho inalienable de las personas el optar por trasladarse a cualquier punto de la ciudad haciendo uso de su propia fuerza motora, a pie, en bicicleta u otro medio a tracción humana. Al mismo tiempo establece como una obligación del Estado garantizar el ejercicio de este derecho.
“La Ley de la Bicicleta tal como está concebida en el proyecto, no es una Ley para los ciclistas, sino para toda la población, ya que su objetivo es hacer de las ciudades lugares vivibles, más seguros, integradores, saludables y gratos para todos”, señala Amarilis Horta, presidenta del Centro de Bicicultura, una de las organizaciones que ha liderado el proceso de redacción de este cuerpo de Ley.
La firma y envío al Parlamento del proyecto de Ley es la consumación de un largo camino de trabajo y cooperación entre organizaciones miembro del conglomerado Ciclistas Unidos de Chile
(CUCH), con participación de ciclistas independientes y de las más diversas organizaciones ciudadanas.
La idea comenzó a tomar forma el 2006 en el Primer Festival de Bicicultura, con la realización de un taller metodológico denominado Mapa de Acción Común, que permitió consensuar posiciones y arribar a una visión común, a un movimiento caracterizado por su diversidad y heterogeneidad, que estableció allí como una de sus líneas de acción preferentes, el desarrollo de una Ley de la Bicicleta.
El siguiente paso fue elaborar el texto del Proyecto de Ley en sesiones de trabajo mensuales durante el primer semestre del 2008; trabajo emprendido por las organizaciones pro-bicicleta y la oficina parlamentaria de la entonces diputada Carolina Tohá. Este esfuerzo conjunto dio origen a la primera versión del proyecto de Ley, presentado al Parlamento por un grupo de diputados de todas las corrientes políticas.
La tercera etapa de este proceso se desarrolló en el marco de la Mesa de Trabajo Ciudadanía – Gobierno para el fomento del uso de la bicicleta y el desarrollo de una bicicultura en Chile. Esta mesa dividió su trabajo en cuatro comisiones, una de ellas dedicada a la Ley, coordinada por las organizaciones ciudadanas, el Gobierno Regional de Santiago y la Subsecretaría de Transportes.
El proyecto de Ley que se firmó esta semana en una ceremonia, es una nueva versión realizada por el equipo de expertos del Ministerio de Transportes y la Oficina Jurídica de la Presidencia.
Si bien las organizaciones ciudadanas no han tenido acceso al texto definitivo, se espera que el espíritu del nuevo proyecto recoja los principios fundamentales de un proceso participativo e innovador, inédito en el marco de la participación ciudadana.
“Lo importante es que el proyecto ingrese al Parlamento, no dilatar más esto en búsqueda de la perfección, ya que su forma definitiva será el resultado de una nueva etapa de discusión y análisis al interior de las comisiones de las distintas Cámaras, en las que nuevamente los ciudadanos podremos participar. Hoy hemos alcanzado un logro enorme, pero lo fundamental está por venir. Debemos ser capaces de concitar la adhesión de parlamentarios de todas las corrientes políticas, para lograr su aprobación en el más breve plazo. Para ello estamos desarrollando la campaña Pacto por la Bicicleta, a la que se puede adherir a través de numerosas páginas web, entre ellas www.bicicultura.cl, www.ciudadviva.cl, www.ciclorecreovia.cl, www.macleta.cl y a la que ya han adherido más de 20.000 personas”, señaló Amarilis Horta.
Cabe decir que esta importante experiencia está siendo estudiada en América Latina (www.sustranlac.org), en México y Perú, así como en Europa (Interface for Cycling Expertise), y Canadá (Congreso ICLEI) como un ejemplo de cooperación factible entre ciudadanía, gobierno y parlamento, reflejo de una nueva forma de ejercicio de los derechos políticos de las personas.
Foto/ Presidencia de la República de Chile