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Este payaso debería irse como desea, a Italia. Que se presente para reemplazar a Berlusconi, ýa que también se dedica a la "dolce vita". Acá no necesitamos gente que piense de esa manera, tan amargados y resentidos.

Todos saben que esta candidatura es una operación política de dudoso origen en que están involucrados el Ominami padrastro, viejo operador político, más otros personajes que se mueven en las sombras, como un poderoso empresario actual, que antes fue GAP y guerrillero, y de quien se dice es testaferro de las inversiones de los hermanos tiranos Castro en Chile.

Este payaso, que ni siquiera sabe expresarse, y que muy bien lo ha caricaturizado el humorista Kramer no representa más que lo peor de la llamada "izquierda caviar" es decir de los que hablan como izquierdistas pero viven como derechistas. Piensen en el fabuloso matrimonio del "jet set" que realizó este sujeto, en una de las Viñas mas aristocráticas de Chile, rodeados de personajes de la farándula y la TV y a la cual no fue invitado ningún dirigente sindical ni poblacional. El hijito de su papá puede darse el gusto de vivir esa vida, pero no cuente cuentos a los chilenos más ingenuos y crédulos.