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Logros más, logros menos, me permito felicitar a quienes, pese a las críticas que existen en todos los ámbitos, fueron capaces de construir una agenda con aquellos temas que relevan sus más serias dificultades para conseguir una calidad de vida medianamente aceptable. Me imagino que un movimiento ciudadano nacido luego del terremoto, congrega a las personas damnificadas- entre otros, es decir, seres humanos vulnerados no sólo en lo material sino en lo espiritual y sicológico. A ellos mi apoyo y deseos de éxito en la materialización de una agenda que les permita, como talquinos volver a aquello que el terremoto les quitó y la sociedad, en conjunto, no hemos sido capaces de devolverles. Empresas para levantar la ciudad hay cuantas la autoridad quiera ver. Lo que le pediría a la autoridad es que vea cómo levanta a "su gente", la gente que creyó que sabía hacerlo, pues sin duda eso no se logrará con una consultora, sino con un ejercicio democrático e inclusivo de participación- que pasa por reconocer que no somos cifras, sino seres humanos que vivimos la misma tragedia, eso si, con diferentes recursos para enfrentarla.