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Jóvenes rurales y la producción de frutillas

22 Octubre 2006
Es la única iniciativa comercial de frutillas que existe en la localidad de Putú y pertenece a siete jóvenes productores que reciben apoyo del área INDAP de San Javier.
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A solo 25 kms. de Constitución y a 135 kms. de Talca, se encuentra la localidad de Putú, conocida por sus dunas, humedales, fauna diversa y las condiciones propicias que ofrece para la pesca deportiva y el jeepeo.
Pero es también un pueblo de arquitectura colonial, enclavada en el secano costero, donde la agricultura es una actividad difícil de desarrollar. Pero no imposible, y así lo están demostrando con gran entusiasmo un grupo de 7 jóvenes que están llevando adelante el único cultivo comercial de frutillas de la zona.
Se trata de Agrícola Berries Putu S.A o Las Frutillas de Putú, como los conocen sus vecinos, jóvenes entre 25 y 31 años, seis mujeres y un varón, que se iniciaron en este negocio hace tres años, sin saber nada de agricultura. “Todos pertenecíamos a la pastoral de la iglesia de Putú y un día recibimos una invitación para participar en una reunión que iba a realizar el INDAP. Fuimos y ahí nos informamos que existían recursos para financiar iniciativas productivas de jóvenes emprendedores a través del servicio rural. Nos interesó y decidimos postular, pero antes nos capacitamos a través del Sence, porque no sabíamos nada de la producción de frutillas”, señala Miguel Gómez, el único hombre de la sociedad.
Los siete poseen estudios medios completos y querían desarrollar una actividad que fuera rentable y que les permitiera permanecer en su tierra, sin tener que emigrar como lo hacen la mayoría de los jóvenes. “El cultivo de las frutillas nos permite trabajar activamente durante al menos 6 meses del año, y es un trabajo diario, por el que tenemos que sacrificar vacaciones y fines de semana”, indica Cristina Mella, otra socia.
El grupo arrienda una hectárea de terreno, en la que poseen 7 mil metros cuadrados de producción de frutillas, los que alcanzan una producción de aproximadamente 32 mil kilos del dulce fruto rojo, los que comercializan en Constitución y la propia localidad de Putú.
Alejandro Abarza, jefe del área San Javier de INDAP, señala que esta empresa campesina, ha recibido crédito de INDAP para mejorar la producción y establecer un sistema de riego tecnificado, además está siendo apoyada por INDAP a través del Servicio de Asesoría Técnica –SAT- y han recibido incentivos del Programa de Desarrollo de Inversiones, lo que les ha permitido ampliar la superficie cultivada e instalar un cerco y un baño. “Este es un grupo que partió con 7 siete socios y continúan los mismo, llevan registros ordenados de todo lo que hacen y se nota que existe una fuerte cohesión entre ellos, todos trabajan a la par y el próximo año esperamos seguir apoyándolos para que puedan mejorar sus instalaciones y logren implementar las Buenas Prácticas Agrícolas”.
Jessica Varas, otra socia, enfatiza que no es fácil lograr que los jóvenes se organicen y menos que saquen adelante un negocio independiente, ya que se requiere más responsabilidad “y se trabaja más, por que exige y demanda mucho tiempo y dedicación, es más fácil tener un trabajo con horario y a fin de mes recibir un sueldo. Por eso la gente de Putú nos felicita, por que nos dicen que somos un ejemplo para muchos jóvenes”.
Si pasa por Putú, a sólo pasos de la iglesia y a orilla del camino encontrará el huerto de las Frutillas de Putú, un pequeños vergel en medio del secano.

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