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Biodiversidad en Chile

29 Abril 2012

Conocer nuestra biodiversidad nos permitirá evitar la extinsión de especies únicas y desarrollar una conciencia ambiental que impacte eficientemente en la preservación de las distintas especies.

Luis Osvaldo Ig... >
authenticated user Corresponsal

La biodiversidad del planeta está amenazada, al menos seis especies animales o vegetales desaparecen cada hora en el mundo por nuestra acción. Según la Organización de las Naciones Unidas cada día se extingue 150 especies. La situación de la biodiversidad en Chile es similar al panorama mundial, hay pérdida de hábitat por la actividad humana, las especies introducidas han invadido el hábitat de especies autóctonas y la sobreexplotación de los recursos naturales están produciendo un cuadro difícil de revertir.

La biodiversidad puede ser entendida como  el conjunto de todas las formas de vida de nuestro planeta en sus tres niveles de organización: genes, especies y ecosistemas. Esta cumple importantes funciones tales como proveer de alimentos,  medicinas, purificar el aire y el agua; disminuye riesgos de catástrofes por inundaciones; entrega valores estéticos y bienestar espiritual, lo que además potencia el desarrollo del turismo.  La biodiversidad disminuye o desaparece, estas
funciones se verían alteradas si continuamos sin hacer nada, poniendo en riesgo la sustentabilidad de la vida en el planeta. Todos los días hay que realizar pequeñas cosas: generar menos basura, reciclar, evitar utilizar aerosoles, utilizar
calefacción con combustibles menos contaminantes, entre otras.

En Chile existen dos casos de extinción  de especies vegetales, clara demostración de la escasa conciencia ambiental y conocimiento que en el pasado existió: el  Toromiro y Sándalo.

El arbusto conocido como Toromiro es una especie de la Isla de Pascua, extinta en su medio natural desde 1960; fue descubierta durante el segundo viaje de James Cook por los mares del sur  entre 1772 y 1775. La madera dura del toromiro tenía diferentes aplicaciones en la cultura de la isla, servía de material de construcción y como materia prima para sus rituales y con la llegada de europeos fue alimento para animales domésticos. El arqueólogo Alfred Métraux fotografió en 1934 uno de los últimos Toromiro en el cráter del  Rano Kau, hoy solo puede ser visto en algún jardín botánico.

Otro caso, el Sándalo de Juan Fernández era una especie vegetal endémica del Archipiélago de Juan Fernández. La sobreexplotación del sándalo como madera aromática y la acción de las cabras silvestres contribuyeron a la extinción de estos árboles que alcanzaban hasta los nueve metros de altura. Dos expediciones al archipiélago en 1988 y 2003 fracasaron al no encontrar ninguna especie de éste. En 1908 Carl Skottsberg fotografió el último árbol de sándalo existente los que desaparecieron en el transcurso de poco más de un siglo de explotación.

En la actualidad pese al desarrollo de una conciencia ambiental en la población chilena, aún persiste una falta de conocimiento sobre nuestra biodiversidad, se ha avanzado poco en materia científica. Según datos oficiales,  más de 30.600 especies han sido descritas para Chile, la mayor cantidad corresponde a insectos, que en conjunto reúnen unas 10.130 especies nativas, que representan casi el 33% de las especies conocidas para Chile (cosa no tan rara si consideramos que a nivel mundial los insectos representan entre 55 y el 58%de las especies conocidas).
Le siguen en importancia las plantas, con más de 7.000 especies (23% de las especies descritas para Chile) y hongos con 3.300 especies (11% de las especies descritas para Chile). Las cifras son muy conservadoras debido a que muchos de
ellos no han sido inventariados o son escasamente conocidos. Es el caso de bacterias, protozoos y varios grupos de invertebrados.

Una universidad norteamericana realizó un estudio que indica los próximos objetivos mundiales de conservación, hay siete puntos que son prioridad, uno de ellos es Chile. El informe señala que la amenaza de extinción de especies aún sin descubrir resultan ser mucho peor de lo que se temía, los científicos dicen que “hay un número muy alto de especies amenazadas o extintas, por lo que para nosotros son zonas muy importantes para proteger por su riqueza biológica".

Sin duda, si queremos avances en materia de conservación de la biodiversidad y  desarrollo de una conciencia ecológica a través de la educación, deberemos mejorar la cantidad y calidad de las investigaciones sobre este importante patrimonio. Ello es la base para una adecuada divulgación y valoración de la biodiversidad. Ésta ha pasado a ser un problema político, económico, cultural y social que nuestro país deberá enfrentar cada vez con mayor conocimiento y urgencia.

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