Era la previa del cumpleaños número 113 de Rangers y la hinchada se preocupó de celebrarlo con un mosaico y un enorme lienzo que rezaba “gracias por existir”, una iniciativa aplaudida por el público, que hace suyo cada nuevo aniversario de los piducanos. Una gran felicitación para los responsables de ese bello gesto.

En lo futbolístico Almandoz movió su pizarra, Celasco abandonó el once por un resfrío y fue reemplazado por Soto, mientras que Arrué hizo lo propio con Almendares, que no supo ganarse la titularidad. La nueva disposición táctica del rojinegro fue confusa, con roles en medioterreno que se sobreponían, privando de una estructura productiva, por ello se abusó de los balonazos lanzados por los centrales talquinos, que intentaban construir fútbol a través de los delanteros, los cuales chocaban constantemente con la defensa penquista, que abusaba del juego rudo. En este entramado se perdía el poder ofensivo de Orellana, debido a sus constantes caídas, en vez de aprovechar su velocidad para encarar a sus perseguidores.

La primera fracción transcurría sin acciones de peligro, Rangers era presa del juego menos vistoso de la era Almandoz, Muñoz instalado por el costado izquierdo del mediocampo era improductivo, incapaz de habilitar con ventaja a sus delanteros, que tenían que recogerse o esperar el balonazo de Romo desde el fondo.

Recién cuando transcurría el minuto 38” el piducano tuvo su primer disparo al arco, un desborde de Orellana por izquierda culminó con un centro para Malano, el delantero que golpea de revés el balón, pero sin la potencia necesaria para vencer a Limenza.

La primera fracción culminó con la desaprobación del respetable y La Nona Muñoz levantando su dedo medio a un hincha, que le estaba ofreciendo un “plan de jubilación anticipada”.

Segundo Tiempo

Cristián Muñoz se quedó en el camarín, mientras Rangers arrancaba con displicencia el complemento, Berriex pierde el balón luego del pitazo inicial y se queda parado en vez de recuperar el balón, Tapia trata de cubrir el desaguisado pero con poco éxito, misma mala decisión, para suerte del local, del delantero lila Juan Leiva, que dispara ancho una clara ocasión de gol.

El público estaba inquieto, tensión que se rompió por un hincha que en medio de la nula respuesta del rojinegro, lanzó un grito que generó carcajadas, “ya poh Chifi”, ya que el juego de los dirigidos del Almandoz hacía recordar el reciente magro pasado.

La suerte cambió recién en el minuto 66”, cuando el mariscal Bruno Romo, el jugador más regular del plantel, repetía la fórmula y lanzaba un balonazo a Orellana que corría en dirección al área norte, el delantero que disputa el balón con Fernández y este en una actitud muy infantil golpea el balón con la mano cuando ingresaba al área mayor, el juez no duda y sanciona la pena máxima. Primer penal del torneo para Rangers y Malano era el encargado de canjearlo por gol; disparo a la izquierda de Limenza y tercer gol para el atacante.

Rangers supo administrar su ventaja, el ingreso de Pérez en la visita puso una cuota de peligro, pero la última línea talquina sorteaba con galanura las arremetidas de los lilas que visitaban la portería sur sin fortuna.

Los dirigidos de Almandoz volvieron al triunfo que es lo importante a la hora de sacar cuentas, pero para repetir nuevas victorias se hace imperioso reencontrar el juego que ayer brilló por su ausencia. Rangers suma 17 unidades y su próximo rival será Ñublense en condición de visita.