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Ya somos muchos los que hemos denunciado públicamente la desvergüenza e inmoralidad de estos señores que por muy católicos que se autodenominen, no dudan en dañar a nuestro país con tal de sacar una rentabilidad más alta para sus empresas. Ellos lo llamarán externalidad negativa, yo lo denuncio como un acto cobarde. Con este tipo de actitudes nuestro país no saldrá a mediano ni largo ni eterno plazo del subdesarrollo, lo unico que garantizo es que se terminará de fastidiar nuestro entorno y los platos rotos, como siempre, los pagarán los más necesitados... esos mismos a los que se chantajea de continuo con la falacia inmoral de los "nuevos puestos de trabajo". Ya se sabe: te quito la salud, destruyo tu entorno y te dejo sin futuro, pero a cambio te acallo con un sueldo miserable.