Convulsionada semana vivió Rangers, la era Zamora llegó a su fin tardíamente, acusado de hacer gestos obscenos a la barra rojinegra después de la derrota frente a Copiapó, lo cierto es que nunca supo encaminar un sistema de juego y a ello le sumó una nula relación con la hinchada que nunca masticó su propuesta.

Héctor Tapia asumió una vez más la responsabilidad de ser el puente entre el saliente cuerpo técnico y el arribo de Cristián Arán, estratega argentino encargado de sacar del pozo al rojinegro, quien visto la performance de hoy en el Fiscal de Talca. Tras el empate a 0 de Rangers frente a Puerto Montt tiene un gigantesco trabajo por delante.

Primer tiempo

Luego de 1701 días volvió defender el arco Piducano Nicolás Peric, jineta de capitán en su brazo, el meta piducano recibió los aplausos del respetable. Poco trabajo tuvo Nicolás, Puerto Montt vino claramente a no perder, y eran escasas las ocasiones en que cruzaban el medio terreno, Rangers por su parte no ejercía el rol de protagonista, cometiendo los mismos errores del ciclo anterior, un equipo sin sorpresa, sin definición, sin desborde, un equipo que domina el balón, pero no así el juego.

Salvo por un tiro libre de Ragusa en el agregado del primer tiempo, que pasó rozando el parante derecho de Limenza, Rangers no se creó ocasiones del gol, un partido para el bostezo, que no se transformó en siesta por el incesante ruido del bombo que alentaba desde la tribuna. Con el cero a cero se fueron al descanso.

Segundo Tiempo

Sin cambios arrancó el complemento para Rangers, Tapia parecía conforme con el nulo poder de fuego de los talquinos y no movió su pizarra. La tónica del partido no mutó, Rangers se acercaba solo por los tiros libres de Ragusa, que estrelló su disparo en el travesaño, pero más allá no había preocupación para la visita, que a ratos se atrevía a cruzar la zona de peligro mediante el contragolpe y estuvo cerca de abrir la cuenta, merced a la costumbre de Peric de jugar lejos del arco en la faceta de ataque del equipo.

Diego Pezoa ingresó en reemplazo de Ragusa, justo en el mejor momento del creativo, el aporte de Pezoa fue escaso, algunos pases en profundidad para sus laterales, pero sin marcar diferencias. Sebastián Céspedes, otrora sostenedor de la campaña ha ingresado en la curva descendente de su rendimiento y ese se nota, Rangers no trasciende, es incapaz de someter a su rival y vive esperando por ese milagro que no llega.

Lo que viene

Rangers sigue dejando escapar la posibilidad de lograr el ascenso, si Arán logra revertir este presente y sacar a Rangers de esta larguísima estadía en el ascenso, podrá ganarse el título de héroe piducano, hay muchas cosas en que debe haber un cambio, empezando por el mental, por creerse capaces de encabezar un proyecto exitoso y sostenible más allá de 90 minutos.

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Fotos galería: Huawei / Agencia Uno