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Luego de leer la interminable disputa ideológica-práctica de Diego y Carlos, vuelvo al reportaje inicial y rescato 3 palabras que subraya la corresponsal: dignidad, crecimiento y dolor.

Seguramente existen muchas iniciativas de gobierno o ciudadanas que pueden realizarse, y deben de existir muchas condicionantes económicas que imposibilitan las mismas, pero centrándonos en el tema de cómo cada uno de nosotros se convierte en un ser humano con mayor empleabilidad, está el tema de asumir el dolor de que la educación en chile no está orientada al "oficio", y que parte de la dignidad de una persona está en saber, poder y hacer lo que está preparado para realizar, y que por ello el "crecimiento" es una responsabilidad compartida entre la ciudadania, el gobierno y las personas individuales.

Yo me preocupo por el cesante que además de no tener un subsidio digno, no sienta que es capaz de ser una oferta para el mercado. Y me preocupo por un mercado que crea que los cesantes no tienen más que el dolor de la cesantía y no la posibilidad de ser oferta para ellos.

Transformemos, adentro y afuera, y trabajemos a pulso la formación de "empleabilidad" y no de "cúmulos de conocimientos".
Cata.