Genial esto de la feria de las pulgas; por poca plata encuentras maravillas: ropa, celulares, música, películas, casacas, zapatos, zapatillas, etc, todo a muy bajo precio.
Pero ¿por qué la autoridad los atormenta? si fueron ellos los que autorizaron esta feria, como una alternativa al desempleo.
He sido testigo de muchas injusticias ocurridas en esta Feria de las Pulgas. Llega Carabineros y le sacan todas las cosas a esta pobre gente que lo único que hace es llevarles comida a su familia y ganarse el pan nuestro de cada día.
Ahora saldrán algunos detractores y dirán que son cosas pirateadas o robadas y que las especies robadas en Curicó se venden allí. Bueno si así fuera, por qué siguen funcionando entonces. Por favor, dejemos a esta gente tranquila, dejemos que trabajen allí, no están matando a nadie.
Además, para las familias curicanas que pasan por fuertes problemas económicos es una alternativa real para ganar algo de plata. No seamos como el perro del hortelano. Otros dirán que es una un negocio informal… y qué?
Si lo que importa es comprar por poca plata algo que en el comercio formal no se consigue. No faltará ese economista aburrido que dirá que produce millonarias pérdidas a la industria de la ropa y del cine. Seamos generosos con aquellas personas a las que les cuesta más. Hasta estoy pensando en tener un puestito para vender algo.
Este es el otro Curicó, porque me interesa mostrar no sólo la cara amable si no la del sacrificio de mucha gente que labora y depende de estas peguitas. El carro del jugo, de la sopaipilla, del anticucho, las papas fritas, las verduras, los pescados. libros, herramientas, etc. Tantas y tantas personas y familias.
Foto: Hanneorla