Al fin terminó el maleficio de Rangers

Al fin terminó el maleficio de Rangers

02 Octubre 2017

Su primera victoria del torneo obtuvo el elenco piducano al vencer a Cobresal como local por dos tantos a cero, un triunfo que dejó muchas emociones.

Juan José Alfaro >
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Triste había sido el derrotero de Rangers en el presente torneo de transición, el fantasma del descenso se cernía sobre los dirigidos de Ribera como la espada de Damocles, la tristeza de la hinchada crecía día a día, incrédula, no podía entender como el otrora protagonista tenía que conformarse con el vagón de cola del campeonato.

El comienzo de los trabajos de ampliación del Estadio Fiscal obligaron a prescindir de la tribuna andes,  lo que a la postre se transformó en un ambiente muy propicio para los piducanos, que agrupados en la tribuna pacífico alentaron con entusiasmo a un plantel que se brindó por completo, como hacía falta hace mucho tiempo.

Rangers consciente de sus necesidades fue protagonista desde el pitazo inicial, a los cinco pudo abrir la cuenta en los pies de Céspedes, que aprovechó un mal despeje de la defensa cobresalina y enfiló en solitario a la portería sur, pero su remate fue contenido por el arquero visitante, fue el primer aviso de un incisivo delantero.

En los nueve el capitán José Pérez, que se vestía del armador del equipo, remataba frontal desde 30 metros y el arquero despejaba al córner, 10 minutos después Fredy Vásquez abandonada entre lágrimas el campo producto de una lesión, en su reemplazo ingresó Cristian Arrué en el local.

Sergio Comba, otrora goleador, vivió una noche particularmente imprecisa, tuvo ocasiones claras para adelantar a los piducanos, pero una nube negra lo perseguía o bien remataba blando, o muy fuera del marco, como ocurrió en los 21.

Las transiciones del equipo de Ribera eran rápidas, el aporte de Barrera en contención le daba el equilibrio necesario a un elenco que venía frágil, Díaz por la banda izquierda asumía protagonismo en ataque, complementado por Céspedes por el otro costado, que alcanzaba constantemente la línea de fondo con centros al corazón del área, que sin embargo no podían ser finiquitados por un Comba sin olfato goleador y algo lento en sus movimientos y decisiones. Con el cero a cero se fueron al descanso.

Segundo Tiempo

La tónica del complemento fue la misma de la primera etapa, Rangers llevando el control del juego y la visita sin inquietar mayormente la línea de cuatro defensores. El minuto 16 se transformó en el desahogo mayor de la hinchada, cuando José Pérez tomó un balón en plena área y remató cruzado al palo derecho del arco norte, estirada estéril del meta y le euforia que se apoderaba de las gradas del Fiscal. Era tal la superioridad rojinegra que solo bastaba un gol para ganar el confronte y esa sensación corría por venas del público.

Tres minutos más tarde Sergio Comba desaprovechaba otra chance clarísima de gol, al rematar con debilidad en plena área chica, era el dos a cero y la tranquilidad, la misma que perdía la hinchada con el ariete, tres minutos más tarde era reemplazado por Nino Rojas.

En los 24 se desató una polémica, falta en el borde del área que los jugadores piducanos piden sancionar como penal, misma opinión que tenía él línea que corrió a la posición de la pena máxima, pero el juez central solo pita tiro libre. Se sitúa tras el balón José Barrera, que pone justicia con un soberbio remate que se cuela en el vértice del palo izquierdo, golazo y la sentencia de un partido al que aún le quedaban 21 minutos, y la emoción desbordante de un hincha que con ojos llorosos celebraba una victoria que parecía utópica hasta hace poco, no era un campeonato, pero el costo de los malos ratos se le parecían.

El utilero haitiano de Rangers tenía su show propio al celebrar puño en alto con la hinchada la momentánea victoria, todo era fiesta, la gente cantaba, vibraba, sentía que la vida de hincha volvía a tener sentido.

Rangers pudo aumentar tranquilamente el marcador, pero la puntada final no llegó, y se quedó con una victoria que es como agua en el desierto, vital para un momento que podía transformarse en crítico. Ahora los dirigidos de Ribera deben mantener la convicción de la victoria he ir a Coquimbo por los próximos tres puntos.