En Rangers solo cambió el año, lo demás es una eterna deuda

En Rangers solo cambió el año, lo demás es una eterna deuda

15 Enero 2017

En otra paupérrima actuación, el rojinegro debutó con un empate como local, su participación en la segunda rueda del torneo, sentenciado su permanencia en la categoría.

Juan José Alfaro >
authenticated user Corresponsal

Coquimbo Unido fue el rival de turno, otra más que se va contento a casa luego de visitar el Fiscal de Talca, otrora reciento inexpugnable para los foráneos, hoy un es sitio tan vulnerable como la propuesta futbolística de Víctor Rivero, que no logra cuajar una idea, es de una simpleza táctica irritante, imposible de definir por su falta de forma y carencia de sustancia, lo de ayer en el Fiscal fue de una pobreza tan franciscana, que de no mediar un milagro, tendrá a Rangers otro año más en el ascenso, en una costumbre que adormece y marca el derrotero del fracaso deportivo de la actual administración de Rangers, que solo ha exhibido excusas como resultado.

El primer tiempo, fue una timidez irritante, ninguno de los conjuntos hizo el mínimo esfuerzo por acercarse a la portería contraria, los arqueros fueron meros espectadores de un espectáculo al cual le quedaba grande el título.

La segunda fracción arrancó con un cambio, Julio Castro le cedió su puesto a Nino Rojas y parecía que Rangers despertaba de su siesta, por lo menos se acercaba el área con algún grado de entusiasmo, sin que hubiese algún detonante de tal cambio, más que nada era la premura por el resultado que se escapaba.

En los 19”, una pelota profunda en el sector izquierdo del área es conectada por Sergio Comba que patea al arco débilmente, la pelota al parecer cruza la línea de sentencia y Rangers celebra en medio de los reclamos coquimbanos.

Rangers tuvo chances de asegurar el triunfo con ocasiones desperdiciadas por Orellana, Rojas y Comba, la visita por su parte no creaba peligro, salvo por la incursiones de Crovetto, que dejaba en evidencia las falencias defensivas de Soto, que nunca pudo controlar al lateral, lo que quedó reflejado en el primer minuto de descuento, cuando el mismo venció con suma facilidad la resistencia del defensa y lanzó un centro que terminó con un remate a quemarropa sobre Assef que pudo contener, pero no así la segunda pelota que marcó el empate de la visita, e instalando la amargura en los 1800 hinchas que llegaron al Fiscal.

El trabajo de Víctor Rivero no se nota por ningún lado, nada ha cambiado, al revés, se siguen consolidando los vicios de la campaña, acentuados por decisiones erradas, como cuidar un resultado a costa de retroceder tantos metros como sea posible, para devolverle el protagonismo a la visita. Amarguísimo presente piducano.

 

 

Etiquetas: