Pascua amarga para Rangers: El público mereció un premio mayor

No cabía un alfiler a eso de las 17 horas en el Estadio Fiscal de Talca.

La calurosa tarde estaba servida para una jornada de buen fútbol. Almandoz había movido sus piezas en la antesala y esta vez hay que darle la derecha al técnico piducano, el ingreso de Jorquera por Rivera le dio mucha más solidez al medioterreno de contención, lo que derivó en una rápida recuperación de balón. En la ofensiva hizo su estreno Matías Rubio, que volvía a vestirse de rojinegro luego de 5 años. Como compañero de Malano en punta buscaron sintonía y a ratos hubo raptos de música futbolística, aunque se nota que a Rubio la larga inactividad le sigue cobrando factura.

Un clásico 4-4-2 dibujaba en cancha Rangers, un esquema que le permitía controlar el partido con soltura, la visita no arriesgaba ni un centavo, así que toda la inversión la hacía Rangers que buscaba el arco norte con insistencia, pero con el sino de la campaña a cuestas, incapacidad manifiesta de rematar al arco, hay un exagerado gusto por densificar cada jugada, lo que termina por atrofiar la capacidad de finiquito, los delanteros talquinos abusan de la posesión en vez de la resolución rápida, lo que se traduce en faenas sencillas para las defensas rivales, que entre tanto adornamiento terminan por frustrar las arremetidas piducanas.

La vez que Malano se decidió a patear al arco luego de un pase en profundidad de Rubio, estuvo cerca de marcar, sin embargo su nueva posición como delantero lo tenía un tanto contrariado, recibía muchos pases de espalda al arco, se desprendía muy rápidamente del balón y en un alto porcentaje sus habilitaciones eran cortas, lo que redundaba en que la visita recuperara el balón.

El partido tenía un buen ritmo, el ritmo que le imponía Rangers, Vranjicán era el único delantero en la visita, pero su espacio de acción estaba muy lejos del arco de Cacace, que era un espectador más. El local buscaba penetrar la defensa tortera por el centro del campo, los laterales rojinegros estaba más preocupados de la marca que de acompañar el ataque, y cada vez que lograron pisar el área rival lo fue con centros por cumplir, muy fáciles para el meta visita.

Al filo del término de la primera fracción, estuvo la acción más clara de gol para Rangers, un pase en profundidad para Malano por derecha, el delantero que toma posición en la primera línea de remate, pero la indecisión en el disparo termina con un remate débil que el meta envía al córner. Un cero a cero con gusto a muy poco.

Segundo tiempo

El complemento no varió el guión del encuentro, el local se hacía con el balón pero no sometía a su rival, este se conformaba con el empate y no tenía el más mínimo interés de visitar el arco de Cacace, que seguía siendo espectador. Hasta que vino un quiebre en la historia, Cristian Muñoz se gana la segunda amarilla y deja a Rangers con 10 elementos, un foul innecesario en una zona intrascendente del campo terminó por desfigurar el planteamiento talquino, Almandoz hace dos cambios, Orellana ingresa por Rubio y Albornoz por Agote. Este nuevo escenario dejó como resultado que Rangers retrocediera sus líneas y dejara de insistir en sus arremetidas ofensivas, Albornoz no entró nunca en sintonía futbolística, se recostó por derecha sin transformarse en el émbolo que necesita ese momento del partido.

El partido se volvió a equilibrar en los 33”, cuando Ponce vio la roja en la visita, luego de agredir a Celasco, situación que le dio un nuevo impulso a Rangers que volvió a intentar la victoria, sin suerte claro está, prueba de ello fue el minuto 90”,  Orellana que cede un balón en profundidad para Malano, el delantero que duda un instante de su posición para luego enfrentar el arco sur en solitario, su remate cruzado golpea el palo derecho, rebota en la espalda del meta y cuando todos creían que el balón ingresaba al arco, este caprichosamente se fue al tiro de rincón.

Rangers cortó su racha ganadora, pero demostró que con un porcentaje más alto de convicción podría pavimentar su regreso a la división de honor.