Rangers decepciona nuevamente de local

13 Mayo 2018

Sin levantar cabeza sigue Rangers en Talca, amargo cero a cero frente a Santiago Morning marcó el divorcio completo de la hinchada y el técnico Zamora.

Juan José Alfaro >
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En el epílogo del partido se escuchó un mensaje claro de la hinchada a sus dirigentes, “Zamora ya se va, ya se va, Zamora ya se va”, profundamente decepcionados de la propuesta futbolística del estratega, que deja cada vez más lejos la posibilidad de alcanzar el ascenso.

Recién en los 41´minutos de juego Rangers remató por primera vez al arco, un remate diagonal de Pavéz, lo que delata la franciscana actuación de los piducanos hasta ese momento, un juego abúlico, sin sorpresa, persistiendo en una propuesta que no ha demostrado capacidad para alcanzar resultados.

Según palabras del presidente de Rangers los medios radiales serían los causantes de la animadversión de los hinchas con su técnico, un juicio que niega la realidad de una manera muy burda, no es necesario ser un experto en fútbol para darse cuenta que el mentado trabajo de Zamora es insuficiente para lograr la empatía de los hinchas, sobra arrogancia y falta mucha destreza táctica.

El trabajo futbolístico no puede ser tazado por los ensayos, sino por la puesta en escena, y es esta última la que marca un saldo muy negativo de la era Zamora, no hay diálogo entre los protagonistas, menos aplausos de los espectadores.

Para sostener el largo plazo el presente debe insinuar una buena cuota de seducción, y es precisamente ella la que escasea hoy en Rangers, nadie se puede enamorar de un trabajo que es incapaz de despertar pasión, el único combustible del que vive el fútbol.

El escrutinio de los hinchas no es antojadizo, es la respuesta de una vida dedicada a cultivar un amor imperecedero, sujetos de un derecho eterno a la crítica, ya que son las únicas víctimas de las decisiones erradas de quienes visten la amada camiseta rojinegra y de quienes detentan el poder del club.

La segunda fracción fue un dejavú de la primera,  Rangers remando en círculos mientras la visita lo miraba desde la orilla con absoluta tranquilidad. En la reparada banca local, (destruida la semana pasada por su técnico) reinaba la desesperación, la nula capacidad de encontrar soluciones al dibujo defensivo de la visita  que arropa hombres a destajo, mientras el piducano consumía la paciencia de todos.

Está claro que ni desde la dirigencia, ni desde el cuerpo técnico habrá cambios en lo mediato, y habrá que acostumbrarse a bailar con la fea o derechamente a no bailar, así que querido Rangers, abrígate, que el invierno es largo y lo tenemos que soportar.