Rangers no tuvo “Festival”

Rangers no tuvo “Festival”

23 Febrero 2016

Otra decepción piducana, magro empate ante los ruleteros aleja a los rojinegros de su única opción histórica, el ascenso.

Juan José Alfaro >
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Habían pasado 23 días desde el último juego de local de los talquinos, y había un dejo de esperanza en la hinchada, pues en seguidas actuaciones de visitante se habían cosechado cuatro puntos, presagio de un repunte, por eso es que el público se entusiasmó y acompañó al equipo en gran número, situación que deja tarea pendiente a la dirigencia, que parece no estar preparada para recibir público masivo, largas colas de ingreso al estadio, que redundaron en que un buen porcentaje de espectadores ingresara al reciento con buena parte del primer tiempo transcurrido.

Rangers parecía hacer carne su buen momento futbolístico, rápidamente se plantó como dominador del encuentro, Everton esperaba a los piducanos que hacían buen fútbol de la mano del multicampista Santiago Malano, prueba  de ello fue el centro que envió para Orellana desde la banda izquierda del ataque, el delantero que controla y da una media vuelta, para disparar ancho sobre el parante derecho de González.

El duelo no tenía pausas, aunque no había mucha profundidad, el que más intentaba era Rangers, en los 14” Malano recibía esta vez la asistencia de Orellana y remataba ancho en una buena chance.

Corría el minuto 25”, tiro de esquina desde la derecha, Bruno Romo conecta el balón con una especie de volea, el esférico toma una parábola extraña que lo conduce hasta el ángulo superior izquierdo del arco norte, pelota al piso que traspasa la raya de sentencia con un instante de angustia. El defensa reconvertido en mediocampista nuevamente se anotaba como goleador.

Al minuto siguiente Rangers pudo sentenciar tempranamente el partido, Malano que arremete un balón en profundidad, enfrenta en solitario al arquero viñamarino, su remate golpea el cuerpo del meta, el balón llega hasta la posición de Orellana, que de frente al arco remata elevado cuando tenía todo el arco a disposición, un farra increíble del delantero.

Los dirigidos  del Almandoz controlaban el juego pero no creaban peligro, la visita no visitaba la portería de Cacace, recién lo hizo en los 40”, cuando Cerato remató de volea al primer palo del capitán talquino, este manotea el balón que rebota en el palo y se va al tiro de esquina. Tres minutos más tarde un centro desde la derecha de Contreras terminaba con un cabezazo de Concistre, que Cacace despeja con solvencia sobre su mano izquierda. La visita termina con mejor sabor de boca la primera fracción, pese a irse en desventaja.

Segundo Tiempo

Víctor Rivero, entrenador ruletero no quedó conforme con la performance de su equipo e inició el complemente con dos cambios, salieron Cerato y Velásquez e ingresaron Viotti y Alucena y parece que la estrategia le dio resultado, porque su equipo entró virado buscando el empate desde el minuto uno, así fue como a los dos, Cacace nuevamente se erigía como figura tras despejar un difícil cabezazo de Contreras que se colaba sobre su palo izquierdo.

Rangers parecía dormido, creyó que el partido estaba servido y se confió de un rival que por algo ganó el torneo de apertura. Se sucedían las ocasiones de gol para la visita, mientras el local consumía el tiempo tratando de contener el resultado, más que buscar la cifra de la tranquilidad.

Minuto 17, Muñoz, de opaquísimo partido, tuvo su mejor asistencia de la noche, aprovechó un pase en profundidad de Malano, se adentró por la banda izquierda del arco sur, se acercó el área y lanzó un preciso centro para Orellana, que aparecía por el segundo palo en solitario, todo el público se alistaba para celebrar un gol cantado, pero de manera insospechada el delantero lanza el balón a la Alameda, un regalo gigante para los viñamarinos.

La impotencia del gol desperdiciado se acrecentó cuatro minutos más tarde, cuando la visita por medio de Concistre marcaba el empate, centro desde la derecha y cabezazo cruzado del delantero que sin marca se internó en el área.

Otra vez los fantasmas de la campaña se hacían presente, lo que vino en más fue una repetición con calcada de los últimos confrontes piducanos, un equipo incapaz de finiquitar sus jugadas, con jugadores que no se atreven a rematar al arco, y carentes de fundamentos básicos de la posición de atacante, como es el caso de Vásquez que demuestra voluntad y energía cuando ingresa al campo, pero no cuenta con los recursos técnicos que lo hagan trascender en el equipo.

Las 4810 personas que se dieron cita en el Fiscal se volvieron a casa con una sensación amarga, con un Rangers que no logra cuajar una campaña regular, cuando parece tomar altura vuelve a la pista de despegue para comenzar de nuevo. Esta vez no hubo antorcha ni gaviota, habrá que esperar hasta el próximo “concierto” para escuchar al verdadero Rangers que todo Talca espera.

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