Un mediocampo superado durante buena parte de la primera fracción sintetiza el anodino juego de los piducanos. Zamudio que desde su llegada a Rangers no ha podido justificar su lugar en el once, cumplía otra opaca jornada, su falta de carácter a la hora de recuperar balones dejaba venir a la visita una y otra vez, y cuando la pelota estaba en poder talquino, era incapaz de generar alternativas para penetrar el arco de Martínez, que se constituía en un mero espectador.

Juan José Albornoz, que en el papel las oficiaba de generador de fútbol se cargaba sobre la banda derecha, constituyéndose en un rematador de centros, más que en émbolo que necesitaba la faceta ofensiva del rojinegro.

Pierani y Falcone estaban aislados del resto de sus compañeros, con intervenciones menores que no alcanzaban a formar la palabra peligro, por su parte la visita desperdiciaba una tras otra las ocasiones de abrir el marcador, Rangers la sacaba barata.

Recién sobre el final de la primera fracción se vio algo de acción en el arco norte, con un remate con la espalda de Pierani, que por poco no marcaba la apertura de la cuenta. Un flojo primer tiempo selló el cero a cero frente a Curicó.

Segundo Tiempo

Rojas se dio cuenta del nulo aporte de Zamudio y mandó en su reemplazo a Villalobos, que se instaló sobre la banda derecha para frenar las arremetidas de Catalán, que mucho daño había causado en la primera parte del encuentro y Jesús cumplió con su labor, equilibrando las acciones.

Rangers mediante contragolpes pudo abrir la cuenta, pero la falta de resolución en los metros finales terminaron por valorar un empate, que a ratos se veía más en peligro que en perspectiva de sumar.

Hay mucho por mejorar en el rojinegro, pero lo prioritario sigue siendo eliminar el peligro de descenso, en una fecha con saldo negativo y que debe mover a reacción a Rojas, que si bien ha mejorado la faceta defensiva del equipo, tiene una deuda millonaria a la hora de atacar.