La región del Maule en la actualidad concentra mas del 50 por ciento de la producción nacional de frutas y hortalizas y además el  25 % de las agroindustrias de alimentos procesados de Chile. Pese a estos números, que posicionan a la región en un lugar importante a nivel nacional, hasta la ahora el Maule no contaba con un centro de investigación que le entregara soporte en innovación a las empresa de estos sectores. Es por esta razón y considerando la importancia productiva de esta zona, se crea, con el aporte del Gobierno Regional del Maule y de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT), el Centro de Estudios en Alimentos Procesados (CEAP).Un nuevo polo de investigación para apoyar a la industria de alimentos procesados a base de frutas y hortalizas utilizadas en los procesos de conservas, deshidratados, congelado,  jugos, pastas, pulpas y aceites.

El centro  tiene como principal objetivo apoyar a ésta agroindustria, para que aumente sus niveles de competitividad mediante la agregación de valor en sus productos y procesos. Para lograr ese desafío, el centro cuenta con un grupo de investigadores propios y otros asociados, quienes trabajan en tres líneas de investigación.

La primera línea tiene que ver con el desarrollo de nuevos productos orientados al consumidor final. En este punto se trabaja determinando las características organolépticas y propiedades funcionales de los alimentos a través del análisis de las frutas y hortalizas, aprovechando estas características para agregar valor a los productos.

La segunda línea de investigación busca mejorar la eficiencia en los procesos internos de las plantas industriales, de modo de optimizar los tiempos, los requerimientos de personal y otros aspectos que dicen relación con la planificación de las operaciones de compra, almacenamiento y procesamiento de los alimentos, eficiencia energética, nuevas envases, entre otros..

La tercera y última línea de estudio se relaciona con temas ambientales y el manejo de residuos líquidos y sólidos del proceso. La principal preocupación en este punto se relaciona con la valorización de los sub productos y residuos de la agroindustria,  de modo que se agregue valor a aquello que hoy en día representa un alto costo de disposición y de implementación de medidas  para la mitigación de impacto y para el cumplimiento de normas ambientales. Con esto se espera recuperar y re-valorizar un porcentaje del residuo, ya sea como biomasa combustible para generación de energía, para la producción de biogás, para la producción de alimento animal, y/o para la producción de biofertilizante, entre otros usos posibles.

El centro, que lleva recién algunos meses de funcionamiento, es el principal asesor en materia de investigación y desarrollo presente en la región para los alimentos procesado, un sector productivo emergente y de alto impacto económico para la región  que hasta ahora no había contado con un apoyo científico.