Yenniffer Gutiérrez de Casa Rigo: Iba a cerrar su negocio en Talca y ahora piensa en importar de China

Yenniffer Gutiérrez de Casa Rigo: Iba a cerrar su negocio en Talca y ahora piensa en importar de China

18 Abril 2016

Salió de difícil situación con asesoría del Centro de Desarrollo de Negocios. Actualmente el equipo de Casa Rigo, encabezado por Yenniffer, trabaja motivado con nuevos desafíos por delante.

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​​​​​Emprender es caerse y levantarse muchas veces. Por ello, hay que estar dispuesto a sacrificios, a reconocer errores y a tener la valentía para pedir ayuda. Y si hay alguien que sabe de ello es Yenniffer Gutiérrez, casada y madre de dos hijos de 11 y 12 años.  

Esta emprendedora es socia de Casa Rigo, negocio que levantó junto a su esposo en calle 2 sur 1775, en pleno corazón comercial de Talca. Se prepara para viajar a China para intentar conseguir representación de marcas para su negocio de reciclaje de arranques y alternadores. Hoy soplan vientos favorables, pero hasta hace cuatro meses el esfuerzo familiar no era suficiente para hacer crecer la empresa. 

No era la primera vez que Yenniffer enfrentaba problemas, pero la tarea tras Casa Rigo era tan grande que no estaba dispuesta a bajar la cortina sin antes realizar un último intento. Así fue como llegó hasta el Centro de Desarrollo de Negocios Talca, un espacio que el Servicio de Cooperación Técnica pone a disposición de emprendedores y empresarios que necesitan asesoría y capacitación de alto nivel

Los comienzos del negocio 

De profesión kinesióloga, Yenniffer tenía una carrera exitosa en Santiago y estaba a punto de asumir como jefa de carrera en una universidad. Todo estaba dado para continuar ascendiendo laboralmente, pero su esposo enfermó y uno de sus hijos se complicó a tal grado por una afección cardíaca, que le diagnosticaban solo un mes de vida.  

Con ese panorama, Yennifer tomó la decisión de dejar Santiago e irse a Talca para "acompañar a la distancia a mi esposo en el proceso de una diabetes complicada y comenzar el tratamiento de mi hijo. Él se transformó en mi mejor paciente, el cambio de clima y la baja de stress permitieron que el cuadro clínico fuera paulatinamente mejorando. Para vivir con los pocos recursos que teníamos, pusimos en marcha la Casa Rigo, pero no teníamos para arrendar una casa, por lo que compré un saco de dormir y dos colchones inflables en los que dormimos durante seis meses". 

Desde Santiago su esposo empezó a enviarle mercadería. Yenniffer dividió su tiempo entre las atenciones a su hijo y la habilitación de las dependencias del local. "El negocio tomó forma y comenzamos con publicidad. Al poco tiempo nos hicimos conocidos, porque nos preocupamos especialmente de dar una atención personalizada y de establecer confianza con el cliente. Una buena atención es nuestra mejor publicidad", asegura con un tono certero.

Centro de Desarrollo de Negocio Talca 

El año 2015 fue el más complicado de los cuatro que lleva con su negocio. Yennifer viajó a Brasil para darse a conocer como empresa reacondicionadora de arranques y alternadores, ya que Casa Rigo remanufactura estas piezas en deshecho, lo que no solo le permite ofrecer productos a precios competitivos, sino que también aportar al cuidado del medio ambiente, puesto que en sus procesos utiliza arenado en fibra de vidrio y cuarzo, que no contaminan.

Sus productos llamaron poderosamente la atención e hizo una serie de nexos para potenciar la empresa. Comenzó a entrar dinero, pero las utilidades no crecían. La empresaria sentía que trabajaba en vano, que su esfuerzo no tenía recompensa, por lo que pensó en cerrar el negocio. En medio de esta crisis se contactó con el Centro de Desarrollo de Negocios.

Tras conocer su caso, un asesor del Centro de Desarrollo de Negocio visitó la empresa y más que interrogar o revisar la contabilidad, el asesor se dedicó a observar cómo se manejaba el negocio

"Fue algo muy sorpresivo, yo quedé impresionada. Hacía 15 días quería cerrar el negocio porque estaba al borde de la quiebra y tras reunirme con los asesores, apareció la luz al final de túnel. Se detectó que el problema no era la falta de ingresos, sino como estábamos llevando nuestras cuentas y cómo se reflejaban las ventas. El Centro de Desarrollo de Negocio nos orientó para hacer unos cambios y pasé de querer cerrar a recuperar los dineros faltantes, fortalecer mi tiempo familiar y además proyectarme internacionalmente pensando en importar desde China", dice con un tono que se mezcla entre la sorpresa y la emoción. 

Para Yenniffer Gutiérrez, el trabajo del Centro de Desarrollo de Negocios pasa por "la voluntad del que llega a ellos, porque si uno no va dispuesto a recibir lo que le ofrecen, se va a quedar en el camino. Cuando uno emprende, piensa que lo sabe todo y va a estos lugares para que le digan lo que quiere escuchar, pero tienes que tener la mente abierta para recibir cosas positivas y otras que debes superar. De nada sirve la asesoría que te pueden ofrecer, sino eres capaz de asumir que estás mal y que tienes que dar un giro", reflexiona.