Candidato sin Programa, peligro!!

Candidato sin Programa, peligro!!

29 Septiembre 2012

Sin ley de Voto Programático y Referéndum Revocatorio, que sanciona el incumplimiento de las promesas electorales, se deja el campo abierto al cantinfleo y al engaño.

ivan salazar >
authenticated user Corresponsal

Por Iván Salazar A. Psicologo

En época de campaña, todos están a la caza del preciado voto popular. Pero en esta vuelta no se las van a llevar tan pelada porque, poco a poco, va creciendo una corriente ciudadana que exige que las candidaturas se comprometan con propuestas concretas, escritas, y posibles de ser cobradas. Esto se llama Voto Programático y Referéndum Revocatorio.
 
El voto programático es una herramienta que facilita el control ciudadano sobre las promesas electorales. Consiste en que los candidatos -a alcalde principalmente- inscriban un programa de gobierno local ante la ciudadanía, y obliga a que ese programa inscrito se ejecute durante su período. En el caso de que no se esté cumpliendo, luego de los dos primeros años, se puede convocar a un plebiscito revocatorio para decidir si el alcalde sigue o no al mando del municipio. Si es revocado, se llama a nuevas elecciones. ¿Qué tal?
 
Para que esta idea se convierta en ley y aplique para las futuras elecciones, la Red de Territorios Ciudadanos, ha elaborado un texto de ley de Voto Programático que incorpora la revocatoria del mandato y la inscripción de un programa de gobierno local por parte de los candidatos. Actualmente, hay conversaciones con parlamentarios de las dos principales coaliciones para conseguir que patrocinen e ingresen el proyecto de ley al parlamento para su discusión y aprobación. También se está lanzando la campaña Vota Programa, para que la ciudadanía pida con fuerza que los candidatos elaboren un programa claro y preciso de lo que van a hacer durante su mandato y se hagan cargo de cumplirlo.
 
Ya hay un grupo de candidatas y candidatos de distintas comunas de Santiago y regiones que están diseñando sus Programas de Gestión Local en forma participativa. Estos espacios de diálogo, son clave para que los vecinos les entreguen una ruta temática clara a las futuras autoridades municipales. Si no lo hacemos, corremos el riesgo que los “representantes” pierden la brújula y terminen siendo buzón de otros intereses.
 
La lógica electoral desatada intenta captar la mayor cantidad de votos a cualquier costo, regalando cosas, prometiendo lo imposible, haciendo favores, mostrando simpatía y cercanía. Poco se ve de debate de ideas, de propuestas concretas, de acuerdos sobre las prioridades de la gente. Así las cosas, las elecciones se pueden convertir en un show de ofertas y de imágenes vacías.
 
Al contrario, en un contexto de candidaturas con programas, podemos convertir las campañas en un momento privilegiado para la construcción de futuros factibles entre la ciudadanía y quienes aspiran a representarla.
 
El llamado es a exigir programa, y luego votar por candidatos que hagan propuestas serias de mejoramiento de la comuna. Después de octubre, la tarea será monitorear el cumplimiento de las promesas electorales. Para volver a creer en la política, aquella que incluye, que nos hace responsables, e interpreta realmente. Esa que nos enorgullece como ciudadanos y como país.
 
Por Ivan Salazar, Fundación Avina y Red de Territorios Ciudadanos

Contenidos que pueden interesarte

No existen contenidos para esta sección.