¿Conserva el catolicismo algo de Cristianismo originario auténtico?

¿Conserva el catolicismo algo de Cristianismo originario auténtico?

20 Septiembre 2013
Juan Lama Ortega >
authenticated user Corresponsal

El emperador Constantino I favoreció a la iglesia cristiana, le dio libertad de religión y en el año 334 convirtió de hecho esta enseñanza en religión estatal. A cambio la iglesia lo hizo santo. Constantino, no obstante, no se diferenció en nada de sus antecesores respecto a las ansias de poder, despotismo y crueldad. Llevó a cabo muchas guerras. Los cristianos originarios que querían permanecer fieles a sus ideales pacifistas, fueron obligados bajo amenaza de tortura a ir a la guerra a favor del emperador. Se dice que a quien no quería comer carne, tal era el caso de muchos cristianos originarios, el emperador le hacía embutir plomo líquido en la garganta.

El cristianismo de los orígenes fue con ello prácticamente disuelto y sus miembros, los cristianos originarios, fueron entonces obligados oficialmente a prestar servicio militar, comer animales y beber alcohol. Ahora habían de ser adaptados los evangelios al espíritu de la época, para ello se instituyeron los llamados “correctores”. Las falsificaciones conscientes se realizaron sobre todo después del concilio de Nicea. Cuanto fue cambiado también por san Pablo, no se sabe con exactitud y sólo puede ser sospechado a tenor de algunas citas que nos han sido trasmitidas.

En la Edad Media continuó la persecución de los cristianos que vivían de forma vegetariana/vegana. La iglesia persiguió a lo largo de todos los siglos a los cristianos originarios que se alimentaban vegetarianamente y no se complacían con la pompa de una Iglesia estatal pagana. La mayoría de ellos fueron desacreditados, calumniados, perseguidos y asesinados por ser herejes y sectarios.

El padre de la iglesia Tomás de Aquino sentó los principio filosóficos para la persecución en la Edad Media. Según su enseñanza, los animales no tienen alma, las mujeres por lo demás tampoco. Los cristianos libres que en el tiempo de la inquisición se negaban a matar animales, eran obligados bien a matar a un animal públicamente o eran colgados como herejes. En el año 1051 fueron sentenciados a muerte muchos de los denominados herejes porque renunciaron a matar gallinas y comérselas.

En la Edad Media hubo muchos grupos que querían regresar a una vida cristiano-originaria. Por ejemplo los bogumilos o los cátaros/albigenses. Estos vivían de manera vegetariana/vegana. Se comprometían a “no matar a ningún animal, no comer ninguna carne y a vivir sólo de frutos” (Walter Nigg). Todos ellos fueron exterminados de manera cruel por la Iglesia. Muchas personas llevan todavía hoy grabados profundamente en el subconsciente aquellos prejuicios eclesiásticos, aunque crean que piensan de forma progresista; basta con que oigan la palabra “secta” para despertar en ellas antiguos prejuicios, a pesar de no haber ningún motivo para ello.

El cristiano de Iglesia actual, especialmente el católico, no conserva prácticamente nada del cristianismo originario auténtico, el nazarenismo, y con ello tampoco nada que ver con la verdadera enseñanza de Jesús, sino que más bien es en primera línea una enseñanza autofabricada que está basada casi exclusivamente en el ejercicio del poder y en conservarlo. Tan sólo con la Inquisición, la quema de brujas, las cruzadas y conquistas, el odio a los judíos y a las mujeres, así como la cooperación con los nacionalsocialistas en el denominado Tercer Reich, la historia de la iglesia católica está teñida de un rojo sangriento. Mares enteros podrían llenarse con esta sangre.

 

 

Vida Universal

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Comentarios

Imagen de Luis E. Marqués Silva de Balboa y Lagarde-Salignac

Hace muchos siglos que la

Hace muchos siglos que la Iglesia Católica y Jesús están disociados, totalmente desvinculados. La Iglesia es por sobre todo pagana y adúltera, que ha traicionado todos los evangelios y ha prostituido el nombre del Señor, así con las conductas desviadas de los Obispos, como el de Talca, y tantos otros se condenan al infierno eterno y son parte de la desintegración total del cuerpo de cristo que fue la Iglesia Primitiva.

Hoy la Iglesia es una verguenza.-