Cuidados especiales en niños y ancianos ante Ola de Calor

Cuidados especiales en niños y ancianos ante Ola de Calor

10 Marzo 2015

Tras la alarma meteorológica decretada por las altas temperaturas que afectarán a la zona central del país, especialistas de la Universidad del Pacífico entregan algunos consejos 

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La Dirección Meteorológica de Chile decretó una alarma meteorológica por el calor extremo que afectará hoy y mañana desde la Región de Coquimbo hasta la del Biobío, con temperaturas que podrían llegar a los 38 grados.

Esta ola de calor puede afectar principalmente a niños menores de un año y a adultos mayores, por lo que especialistas de la Universidad del Pacífico entregan importantes recomendaciones  para evitar problemas como la deshidratación y otras consecuencias más graves como la hipertermia, por lo que es fundamental asegurar la cantidad y calidad del líquido ingerido.

La Directora de la Escuela de Ciencias de la Salud, Patricia Fernández, explica que en el caso de los niños pequeños, estos requieren proporcionalmente 2 a 3 veces más agua que un adulto (del 10 al 15 % de su peso corporal, frente al adulto que solo necesitaría del 2 al 4 % de su propio peso). Los niños, y en especial los que empiezan a caminar, tienen un mayor riesgo de deshidratación que los adultos, incluso mortal, por lo tanto es clave evitar una posible deshidratación. Y como ellos no pueden hablar, sugiere aumentar sí o sí la ingesta de líquido. “En el caso de las guaguas menores de 6 meses, esto debe hacerse aumentando la frecuencia del amamantamiento y no mediante el consumo de agua”, precisa.

De igual modo, plantea que los recién nacidos son muy lábiles a los cambios de temperatura del ambiente, por lo que no es bueno sobreabrigarlos. “En general, en épocas de calor, hay que decirles a las mamás que no los tapen con mantitas cuando los amamantan, ya que el contacto con la piel ya les provee de calor suficiente. Asimismo, a los niños menores de 1 año se les puede mantener en las horas peak solo con un pañal  e hidratarlos varias veces al día con agua o jugos sin azúcar, ya que presentan una menor tolerancia al calor frente al ejercicio físico”, señala.

Si aun así el niño se ve acalorado, recomienda bañarlo con agua tibia, nunca fría.

En el caso de los ancianos, la Jefa de Carrera de Técnico de Nivel Superior en Gestión Social e Integración del Adulto Mayor de la U. del Pacífico, Andrea Lobos, aclara que el principal problema es que “en los adultos mayores disminuye la sensación de sed, por lo tanto el riesgo de sufrir un golpe de calor aumenta.  Eso se suma a que su capacidad homeostática se encuentra disminuida, lo que no les permite regular eficientemente los niveles de líquidos y electrolitos en el cuerpo”.

Por eso es importante asegurar una correcta hidratación. “Es importante beber agua o líquidos varias veces en el día, sin la necesidad de tener sed, ya que cuando aparece la sed es porque el cuerpo se está deshidratando; mantener una alimentación rica en alimentos frescos, frutas y verduras verdes, en especial; y evitar el consumo de bebidas alcohólicas, ya que aumentan la deshidratación”, aclara.

Asimismo, recomienda utilizar ropa suelta y preferir los colores claros; usar sobrero, anteojos con filtro UV y bloqueador solar en todo momento; y salir en horas del día en que no se alcancen las máximas temperaturas, esto es en la mañana antes del mediodía o durante la tarde después de las 18.00 horas.

Lobos explica que el principal riesgo que conlleva la exposición al calor en los adultos mayores es la hipertermia, que supone un aumento de temperatura por sobre los 40 grados que puede generar daños irreversibles a nivel cerebral. “Los síntomas de la Hipertermia son: dolor de cabeza, sensación de boca seca, náuseas, vómitos, mareos, calambres musculares generalizados, obnubilación y en algunos casos pérdida de conciencia”, precisa.

En el caso de los adultos mayores no autovalentes, Andrea Lobos indica que las condiciones ambientales son clave. “Es relevante que la habitación sea tranquila, iluminada, aireada y con temperatura agradable. Es importante no abrigar demasiado al adulto mayor si se encuentra en cama, procurar que no transpire y, de ser así, cambiar la ropa húmeda por ropa seca. Utilizar pijamas de algodón para evitar la sudoración y mantener la ingesta de líquidos varias veces al día”, concluye la especialista.