Declaración del Movimiento Chile prociclista tras atropello de Nelson Schwenke

24 Junio 2012

"Una muerte con sentido, luchando por una causa lleva nuevamente a la vida, te renace te hace sur, te hace eterno Nelson Schwenke en tu pacifico pedaleo hacia las estrellas"

Omar Villanueva... >
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La sociedad chilena ha idealizado al extremo el uso del automóvil como fetiche del modelo de transportes y que pareciera otorgar el derecho de provocar  la muerte, por solo viajar con luz verde en las calles citadinas.

En los países avanzados de buen vivir con una calidad de vida sustentable, siempre se presume responsabilidad culpable del vehículo mayor sobre el menor y de cualquier vehículo sobre el simple peatón o ciclista ya sea adulto o un niño.  En Chile estamos lejos de eso, las muertes y atropellos de cada día nos indican que: ¡Debemos calmar el tráfico! Hay que disminuir de una vez por todas la velocidad máxima del tránsito motorizado en las calles y caminos que las auto-ridades irresponsablemente subieron a 60 K por hora privilegiando al automovil sobre el peatón y los ciclistas. Una velocidad tan alta es un peligro a simple vista para todos. A esa velocidad los camiones, buses, motos y autos no alcanzan a frenar y ni siquiera ven a los peatones y ciclistas en sus correrías. Los conductores de motorizados siempre declaran en su aflicción después de atropellar a alguien:

"¡Yo no lo vi, no la vi, no vi de donde salió ese niño! ¡No vi a esa señora con su guagua! ¡No vi a ese ciclista! ¡Lo siento, lo siento no lo vi y no alcance a frenar! ¡No fue culpa mía perdóneme, perdóneme!" Y no falta el consejero: ¡Sabe Ud. no debiera andar mas en bicicleta es muy peligroso!

Pero el peligro son ellos a sus altas y criminales velocidadaes en las calles y son peligrosas las autoridades que no cumple sus obligaciones de darnos protección a ciclistas y peatones para tránsitar con seguridad en las calles y veredas.

Miles de niños y adultos mueren o quedan discapacitados cada año, otros tantos automovilistas, pasajeros y choferes también fallecerán en choques horribles a alta velocidad este año. Miles de mujeres y hombres ciclistas como Nelson Schwanke los perdemos horriblemente en las calles y caminos de la patria. El automóvil no es peligroso, son los conductores que corren en su loca carrera hacia la nada del próximo semáforo y las leyes aprobadas por los políticos ignorantes o indolentes. Es absurdo tener velocidades de autopista en las calles de alto tránsito peatonal en medio de la ciudad, ya sea en plena Providencia, Maipú o San Bernardo o Barnechea.

La luz verde no es una autorización para circular a locas, la luz verde no da permiso para conducir sin cuidado y perder el estado de alerta mientras conducimos. La luz verde no da permiso para causar la muerte de un semejante o de cientos de animalitos en los caminos. No se puede causar la muerte, como en el teatro del absurdo, a un ciclista ecologista bueno como era Schwenke, uno de los miles de ciudadanos que optó por la bicicleta como medio de transporte público para descontaminar su país y el planeta.

Chile es un país sin ciclovías, sin ciclobandas de calidad, sin semáforos para bicicletas en las esquinas sin políticas públicas a favor de los ciclista. Chile un país sin facilidades para el pedaleo y los peatones. Los transeúntes en los cruces de calles deben correr antes que pase la estampida de motorizados corriendo como locos a velocidades increíbles y que no respetan nada. Los conductores estresados corren y corren sin cuidado ni respeto a otros  seres humanos pues la ley lo permite, para sacar la máxima velocidad que permiten sus coches y máquinas.

¡Solo porque se va con luz verde, no se tiene permiso para dar muerte a otro ser humano! ¡Porque se va con luz verde no se puede eximir la  responsabilidad a las autoridades y conductores! Un vehículo motorizado mayor siempre tendrá responsabilidad sobre  el vehículo menor y sobre el ciclista. El ciclista asimismo tiene responsabilidad sobre el indefenso peatón.  Necesitamos educar, pero también responsabilizar a las auto-ridades indolentes de esta situación. Necesitamos una tránsito compartido humanamente compatible con el buen amar y el buen vivir en las calles de campos y ciudades.

Llamamos a dar urgencia y a aprobar el "Proyecto Ley de la Bicicleta" que duerme en el Congreso y otorgar  financiamiento ad hoc para las obras de infraestructura y facilidades para los ciclistas que son requeridas para el tránsito seguro de  ciclistas y peatones.

El Proyecto "Ley de la Bicicleta", al que la Sra. Bachelet le quitó la urgencia y nunca le otorgo un peso de presupuesto por mandato de su Ministro de Finanzas Velasco, hoy duerme en el Congreso. Con el actual gobierno poco se avanza y aún no se cumplen las promesas de 600 kilómetros de ciclovias. Los gobiernos de la Concertación por su parte ofrecieron 1.200 Km. de ciclovias y tampoco cumplieron. Muy poco ha pasado en materia prociclista y pro bicicleta desde el regreso a la democracia, como reclamaba Schwenke en su suave pedalear de cada día.

Se requieren con urgencia, ciclovias, señaléticas, vías segregadas protegidas , semáforos visibles a la altura de los ciclistas en los cruces de esquina, bici estacionamientos vigilados en servicios públicos y comercios. Los políticos con sus autos financiados por el estado siguen indolentes a estos dramas humanos de la gente común y corriente que como Schwenke pedalean en pos de un país mas amigable, pacifico y bueno para todos.

Una "Ley de la bicicleta" para mayor seguridad de los ciclistas y prociclistas  en las calles y sus derechos en las caminos de Chile es urgente de aprobar y financiar: ¡Ahora ya de una vez por todas! No nos pueden seguir sacando de las calles empujados por el atropello y la muerte. Los ciclistas somos la vida de la ciudad que viene.

Hay miles de personas -adultos, jóvenes y niños- que hoy quieren pedalear y no se atreven como lo hacía Schwenke arriesgando su vida en su luchar silente. Nelson Schwenke arriesgando su vida -una vez mas sin aspavientos- por las libertades, por los derechos y por un libre pedalear en las anchas Alameda. Que la muerte de Schwenke en su último batallar en las calles y caminos del Chile que tanto amó no haya sido en vano... de ti depende: ayudanos Schwenke.


Atte. y con pena,

Omar Villanueva Olmedo
Presidente Chile Prociclista