En el primer capítulo de esta tercera temporada un galán de 57 años quedó solo y con el corazón destrozado por su polola, quien cayó en los brazos de un modelo cordobés.

Y ahora le tocó a Julia, que tiene 52 y mantiene una relación desde hace un año y cinco meses con Juan de Dios, un gásfiter que parte demostrando que es súper fiel.

Julia pone a prueba a Juan y lo envía a retirar un cooler lleno de cervezas que supuestamente se ganó. Entonces llega a un estudio levantado en la playa, donde se graba un programa de cocina, con un chef y una voluptuosa modelo.

Todo se trata de un montaje de la producción de CHV y Juan es tentado por la morenaza. “Soy fiel a mi mujercita”, asegura ante los primeros flirteos. Después e niega a salir solo con la modelo y contesta el llamado de Julia frente a todos.

Sin embargo, al final cae. La morenaza le pide que le haga unos arreglos en su departamento. Juan se entusiasma y se pone picarón. “Cuando me llames voy a ir a hacer un trabajito allá a Algarrobo... Te voy a cobrar la palabra”, le dice a su supuesta conquista. Hablan de qué “herramientas” va a llevar y que le gusta a hacer “trabajos finos”.