<p><strong>Han recibido atención en el sistema público y coinciden en que una de las grandes falencias es el acceso a exámenes y tratamientos. Son pacientes con cáncer de mama y esperan la cobertura total y de manera oportuna a la enfermedad. </strong></p>
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17 de Enero, 2019 18:01

De acuerdo a las cifras del Ministerio de Salud, el 42% de los pacientes de Fonasa inscritos para cirugía deben esperar al menos un año para poder acceder a la operación. En el caso del cáncer de mama, el cual se presenta como primera causa de muerte en las mujeres chilenas, las pacientes indican que han vivido una situación similar. Pese a que en 2015 se incorpora a las patologías GES, este programa otorga cobertura limitada a exámenes y medicamentos de alto costo que podrían mejorar la calidad de vida de las pacientes, y aumentar su sobrevida.

Así lo comenta Magaly Sepúlveda, quien reside en Temuco y hasta el año 2013 se realizaba una mamografía anual para chequear la presencia o ausencia de un cáncer de mama. “Un año no me la hicieron y al siguiente año apareció el nódulo”. Al ser consultada por el motivo por el cual no se realizó la mamografía, indica que no habían horas disponibles a través del consultorio.

A lo anterior se suma lo vivido por Claudia Orellana, quien tiene cáncer de mama en etapa metastásica, es decir, un tipo de cáncer avanzado o ramificado. Claudia advierte que tiene menores posibilidades de acceder a buenos tratamientos siendo paciente del sistema público.

“Los tratamientos de segunda línea (tratamientos que se administran cuando el procedimiento inicial no es eficaz) tienen precios obscenos, fuera del alcance del bolsillo de cualquiera, aun haciendo bingos y completadas”, menciona Claudia agregando que es necesaria la cobertura total y a los mejores medicamentos. “Esto incluye medicamentos como TDM1, Pertruzumab, Palbociclib, entre otros, y exámenes como el PET, que, según mi opinión, son vitales para cualquier enfermo metastásico y que cuesta más de lo que cualquier bolsillo puede subsidiar”, menciona Claudia.

Por su parte, Alejandra Orellana, quien es oriunda de Maipú, descubrió que padece cáncer de mama en abril del año pasado. Hoy, su mayor preocupación es que el Estado inyecte de manera urgente más recursos para el tratamiento de la enfermedad. “Yo pertenezco a Fonasa y al final del tratamiento debo pagar el diez por ciento y me angustia saber cómo pagaré ese total, cuánto será y de donde sacaré la plata”.

Alejandra es paciente del hospital San Borja Arriarán y comenta que no ha tenido mayores inconvenientes en su tratamiento, pero cree que si recibiera atención en el sistema privado la rapidez en el acceso a los tratamientos sería mayor. 

Para ambas pacientes, el Estado debe otorgar mayor cobertura a los medicamentos y mejores tratamientos de la enfermedad. “Se requieren más recursos para medicamentos, insumos, salas, personal, maquinarias, etc. Además, este sistema está saturado, son más de dos horas para una atención médica o algún examen y meses de espera para quimioterapia”, concluye Alejandra.

Imagen: Huawei/Agencia Uno

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