En el monasterio Trapense de Quilvo se desarrolló este cónclave que reunió a los principales sacerdotes de la diócesis de Talca y Curicó, y que fue encabezado por el obispo de la Tegión del Maule, monseñor Horacio Valenzuela.

El Diario El Centro publica que la cita tuvo el objetivo de informar a los prelados los detalles de la reunión que hubo con el Papa Francisco en el Vaticano para abordar la situación de presuntos abusos sexuales de curas a menores de edad.

A pesar de la inquietud para saber de los detalles del cónclave, la mayoría de los sacerdotes que acudieron  a la cita se abstuvieron a entregar detalles y, luego de dos horas de conversaciones, prefirieron retirarse en silencio.

Eso sí, el matutino consigna que el párroco Pepe Abarza de Curicó manifestó el medio mencionado que  “ el obispo Horacio nos habló un poco de lo que abordaron en Roma con el Papa, ha sido un poco de resonancia del documento aquel que ellos estuvieron revisando, y colocar todo en las manos de Dios”.

El prelado también agregó que existe una crisis en la Iglesia Católica chilena y que hay “una oportunidad de crecer” e indicó que han sido momentos “horribles, dolorosos, con vergüenza, en fin que creo es importante limpiar”.

El Diario El Centro también añade las daclaraciones del vicario de Talca, Padre Mario Molina, quien explicó “que el obispo quería informarnos de lo que había pasado en Roma, sobre el Documento Blanco, en que el Papa nos plantea que en Chile había una iglesia profética la que se acabó, lo que es gravísimo para nosotros”. 

El matutino, además, recoge las palabras del sacerdote Luis Alarcón, quien relató el tema de las renuncias presentadas por los obispos y confesó que “será el Papa quien dirá, el Papa tendrá que decir en su momento, y por eso es que estamos todos a la expectativa”.