Comenzaremos diciendo que el Acta de Independencia de Chile se celebró el 12 de febrero de 1818, por lo que en términos prácticos, las fondas deberían abrirse en pleno verano. Entonces, ¿Por qué celebramos la Independencia de Chile en el mes de septiembre?

No culpemos a nuestros profesores si es que aun no sabemos dar respuesta a esta pregunta, y mejor, dispongámonos a aprender, de una vez por todas, este hecho tan importante para la historia de Chile… para celebrar como corresponde.

A lo largo de 1810 ocurrieron sucesos que cimentaron las bases para la definitiva independencia nacional. El 18 de septiembre ese mismo año, se conformó Primera Junta Nacional de Gobierno, con el fin de autogobernarse mientras el Rey de España (potencia a la que pertenecían la gran mayoría de los territorios americanos) estuviera cautivo, nada más ni nada menos, que por el hermano de Napoleón Bonaparte, denominado “Pepe Botella”.  

Como ya mencionamos, antes de ese día, Chile pertenecía política y administrativamente al reino de España, pero en Chile, así como en el resto de América, se habían encendido las luces de la independencia hacía ya algunos años. Y si bien la Junta de gobierno no constituyó un acto independentista como tal, permitió que los criollos buscaran y discutieran la mejor manera de dirigir a Chile. Esta tarea no fue fácil, pues muchas veces los independentistas se enfrentaron entre sí para interponer sus ideas sobre cómo gobernar al país.

La junta de gobierno de 1810 permitió el nacimiento del período conocido como “Patria Vieja”. En este lapso de tiempo se crearon emblemas como la primera bandera y el primer escudo nacional. Además se libraron batallas importantes contra el ejército español. Fue en este período donde resaltaron las figuras de O’Higgins, José Miguel Carrera y Manuel Rodríguez.

Después de largos años de lucha (y aun cuando el Rey de España ya había sido liberado), 8 años después, el 12 de febrero de 1818, fue el día en que Chile fue reconocido como una nación soberana y libre de la Corona Española, bajo la declaración de independencia definitiva firmada por Bernardo O’Higgins.

En resumen, ¿Por qué entonces celebramos las Fiestas Patrias el 18 de septiembre y no el 12 de febrero?

Porque desde 1810 los patriotas festejaban cada 18 de septiembre la conformación de la Primera Junta Nacional de Gobierno. Así, en 1818 inclusive, el país ya tenía por tradición festejar la independencia nacional en el mes de septiembre, hábito que se ha traspasado hasta nuestros días.

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