Lo que era un secreto a voces entre la hinchada piducana, finalmente anoche se concretó, Juan Ubilla Escobar dejó de ser el técnico de Rangers de Talca, debido a la pobrísima campaña cometida durante el presente torneo, donde sólo logró cosechar 5 puntos, con un 21% de rendimiento, lo que tiene a nuestro club en zona de descenso directo en estos momentos.
Fue una larga agonía la de Ubilla en la banca talquina, no sólo desde el momento que se inició la competencia del torneo de apertura, sino desde que se supo de su contratación por parte de la parcialidad rojinegra, la que en su mayoría no estuvo de acuerdo con su arribo, debido a los antecedentes curriculares que exhibía Ubilla.
En el fútbol todos los técnicos están conscientes de que siempre tienen las maletas en la puerta, el fútbol es resultados, y sin ellos el piso sobre que el cual sustentan sus estrategias cae abruptamente. Ubilla pecó de ingenuidad al creerse capaz de afrontar un desafío tan grande como dirigir a Rangers, y sustituir en su cargo al técnico más exitoso de los últimos 20 años como fue Oscar Del Solar, quien inmediatamente se transforma en el principal candidato para asumir nuevamente la banca rojinegra, a este nombre se suman los de Raúl Toro, ex técnico piducano, y el talquino Jorge Garcés.
El ayudante de campo Santiago Oñate volverá a su trabajo en las divisiones inferiores del club, mientras está en duda la continuidad del preparador físico Ricardo Bravo, debido a la notoria deficiencia de fondo físico que exhibe el plantel, que juega a buen ritmo sólo 45 minutos, y después la curva de rendimiento decae de forma estrepitosa.
Ahora es dable esperar que nuestra directiva no cometa el mismo error de enero, y se busque un técnico de categoría, con un perfil 100% profesional, que muestre logros a su haber, y no fracasos, un técnico que sea capaz de sacar del pozo futbolístico en que nos encontramos, para de este modo devolver las sonrisas a nuestra sufrida hinchada.
Estoy seguro que fue una decisión difícil la tomada ayer, nadie espera poner término anticipado a un proyecto deportivo, pero ante esto, debe primar el bien superior de Rangers, ya no había tiempo para esperar milagros, las oportunidades se las dieron, pero no fueron aprovechadas por Ubilla.
Sólo nos queda sumar positivismo en esta nueva etapa que iniciamos como institución, la unión hace la fuerza, esa fuerza que hoy más que nunca necesitamos para revertir a nuestro favor la actual coyuntura.
Felicito a la directiva por asumir los costos de sus propios errores, y remediar en la medida de lo posible, el mal causado en este fallido transitar de Ubilla por la dirección técnica de nuestro club.
Mucha fuerza para Rangers, que los tiempos mejores están por llegar.
Foto: Gonzalo Guerrero