Después de la parafernalia de tanto festival de verano, que si bien es cierto sirve a la comunidad de entretención y alimento del alma, también sirve a las autoridades (era que no) para desviar la atención de los menos suspicaces de los problemas contingentes de la ciudadanía.
A pesar de ello, desde la muchedumbre se advierte una masa crítica empoderada, que sabe diferenciar lo importante de lo que no. Pasado este veranito de San Juan, las manifestaciones vuelven, y el gobierno tiene un horizonte muy complejo que enfrentar en virtud de los más de 10 frentes de conflicto abiertos por la falta de manejo político, por un lado, y la hipocresía de no transparentar su postura frente a los temas, por otro, porque claro, seguramente no es conveniente ni traerá réditos políticos dar a conocer para quiénes realmente gobiernan.
Cualquiera sea el caso, lo objetivo es que los temas están instalados: se vienen de nuevo las movilizaciones estudiantiles; el gas en Magallanes (si es que no hay solución de aquí a fines de Marzo); el conflicto mapuche, que está muy lejos de terminar; los agricultores en Petorca, por la sequía que enfrentan hace años sin medidas de mitigación; la situación en Calama; la falta de una institucionalidad clara y renovada en temas energéticos; las termoeléctricas; los problemas del sector pesquero y las repartijas de cuotas entre industriales; los constantes abusos de colusión entre las empresas de farmacias, retail, buses, pollos, etc, que tienen hasta la tusa a los chilenos; el hoyo financiero del Transantiago; la insostenible presión al alza de los combustibles, que pondrá en pie de guerra a colectiveros y automovilistas; el nefasto sistema de pensiones; la inequidades en el acceso a la salud; la lenta y en muchos casos nula reconstrucción; el conflicto de Hidroaysén, y por supuesto, la feroz lucha que están dando los ayseninos por ser escuchados en sus demandas, en virtud de la carestía que deben sobrellevar cada mes para hacer patria por esas tierras tan difíciles y adustas, que representa en torno al 30% más de lo que gasta otra persona en la zona centro del país.
Es en apoyo de sus objetivos que el pasado jueves 23 de febrero, un grupo de estudiantes secundarios levantó fuerte la voz en Talca para solidarizar con sus problemas, y exigir al Gobierno que se haga cargo del petitorio emanado en tierras australes, reivindicación que se arrastra desde hace bastante tiempo, y que tiene a todo Aysén coordinado y movilizado.
Las fotos son gentileza de Mauricio Martínez y Brigada Salvador, a través de álbumes web de Picasa.
