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Las redes neuronales del cerebro producen impulsos eléctricos rítmicos, conocidos como ondas cerebrales. La labor realizada por los científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts, fue reactivar estos impulsos, y así descubrieron que podría favorecer a la eliminación de la proteína beta-amiloides en el órgano, ya que según explica la revista científica “Nature”, estaría relacionada con el padecimiento.

De lo que se pudo comprobar, se llegó a la conclusión de que modificar la frecuencia de las ondas cerebrales por medio de la luz puede reducir la acumulación de dicha proteína, lo que también activaría las células del sistema inmune para limpiar las placas existentes. El experimento fue realizado con animales que contenían la misma mutación genética que causa la enfermedad en los humanos, y pudieron ver cómo el procedimiento reducía considerablemente la presencia de la proteína previo al deterioro cognitivo.

El experimento también tuvo una segunda fase no invasiva que contó los la utilización de pequeños impulsos de luz LED a una determinada frecuencia. Ante los dos procedimientos se observó una mejora considerable en cuanto a cantidades de beta-amiloides, con lo que los expertos concluyeron la necesidad de poner en práctica el descubrimiento con humanos y así explorar en profundidad una posible solución para la enfermedad.