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Cuando Felipe Muñoz se hizo con la propiedad de Rangers, su primera proclama fue transformar al Fiscal de Talca en un recinto inexpugnable: un equipo con una identidad de juego y, para conseguirlo, estaría a la cabeza de esta revolución Leonardo Zamora. Se trata de un revolucionario sin experiencia, que nada de aquello ha cumplido, al contrario, sólo ha aumentado los vicios de las campañas pretéritas, haciendo del presente de Rangers un lugar muy lúgubre, triste, frustrante, en letras gigantes, decepcionante.

Al minuto de juego Rangers perdía, y de ahí en más todo se hizo cuesta arriba, tal como ha sido la campaña en estas 7 fechas. Un rojinegro que tiene que improvisar, cambiar su discurso y remar contra la marea, quedando claro que la cabeza de este proceso no está a la altura del desafío. Se nota incapaz de traspasar su proyecto a la cancha, su verbalización corre en paralelo a la realidad, una que golpea muy duro al club talquino.

Rangers se acerca peligrosamente a la parte baja de la tabla y, de no mediar un milagro, con Zamora a la cabeza el elenco piducano seguirá a los tumbos, titubeante, gris, hablando más que actuando y así es imposible tener números azules a fin de año. A veces es mejor ponerse rojo una vez que colorado varias; no es sostenible una campaña que raya en la mediocridad, con un plantel que tiene una potencialidad mucho mayor a los frutos obtenidos.

Lo de anoche fue una repetición de la película de terror que ha sido instalarse en el Fiscal a ver al querido Rangers. Ya no hay posibilidad de disfrutar, sufrir se hizo una constante y, peor aún, propicia una lenta fuga de hinchas y la desazón de aquellos niños que se suman con ilusión en esta pasión centenaria.

Un error de Bonnin finalizando el primer tiempo regaló el 0 a 2 para Arica. La pared se hizo aún más grande y lo poco de esperanza se fugó para no volver.

Sin un émbolo, el juego de Rangers pasa por arrestos individuales. Así fue como llegó el descuento por medio de un cabezazo de Ragusa que, pese a la conquista no logra desequilibrar, Rivera centralizado sería una mejor opción al momento de construir el ataque.

Los próximos confrontes del elenco piducano serán en condición de visita, primero ante Coquimbo y luego ante Wanderers. Esta derrota 1 a 2 ante San Marcos no sólo confirma la obstinación de Zamora que, en conferencia de prensa, aseguró que su forma de juego no iba a cambiar; es decir, alguien lo debe cambiar a él si es que queremos devolver la alegría extraviada hace ya tantas temporadas.