Por qué es tan monstruo el Monstruo

El público del Festival de Viña es famoso por su genio, no por nada le dicen el Monstruo. Este año, como en muchos otros, se escuchó en la Quinta Vergara la voz de este monstruo, tanto a través de pifias como de aplausos.
Este actuar del público festivalero siempre me ha generado una serie de dudas y reacciones que quiero compartir con ustedes.
Por un lado, me parece válido e incluso valioso que exista un festival (no voy a decir artístico porque es inmensamente cuestionable), en el que el público sea efectivamente un actor relevante dentro de lo que sucede. Me gusta que el público se exprese ante lo que considera bueno o malo.
Sin embargo, creo que en nuestro país se ha institucionalizado una suerte de sentido de omnipotencia en el monstruo festivalero. Tan sólo por estar en la Quinta Vergara se cree que se es dueño de la verdad respecto de lo que es bueno o malo. Tenemos el ejemplo de Los Tigres del Norte, grupo de rancheras récord de ventas, que fue pifiado hasta verse obligados a no volver al escenario. ¿Es que a nadie le interesara su música? No, en los noticieros se vio que gente fue especialmente a verlos a ellos....
Digno de análisis es también el caso del Bafona. El público gritó y aplaudió tanto que volvieron 4 veces al escenario a recibir hasta una segunda gaviota de plata. Mientras tanto, las representantes de Colombia de la competencia folclórica entraban y salían del escenario, sin poder comenzar a cantar.
¿Fue esto una muestra de inusitado patriotismo? ¿O más bien fue una demostración de poder del público? ¿Dónde termina una mustra de cariño y empieza una falta de respeto?
Pero lo peor de todo, creo yo, es ver cómo los medios de comunicación elevan al público a una categoría de verdaderos jueces y expertos, alabando muchas veces sus caprichos casi infantiles. Me molesta como se permite que el Monstruo sea algo bestia.