En los últimos días, Michelle Bachelet ha dado a conocer a quienes ocuparán las Subsecretarías y las Intendencias durante su mandato. Cumpliendo con las promesas que hizo durante su campaña, en ambos casos, y como también sucedió con los Ministerios, ha existido paridad entre hombre y mujeres.
Ante esta situación, yo me pregunto: ¿tiene esta forma de distribuir los cargos algún valor en sí misma?
Comparémoslo, por ejemplo, con la clásica discusión que se da ante la alternancia en el Gobierno. Cada vez que hay elecciones, se plantea que ésta es necesaria pues es buena para el país. Pero la alternancia solamente es buena en la medida en que se presente una buena alternativa. Cambiar de Gobierno o de coalición gobernante solamente es bueno si la otra es mejor, no basta con que sea de otro bando(con esto no pretendo hacer juicios de valor respecto de la calidad de una coalición o la otra, eso ya es harina de otro costal).
Lo mismo me sucede co nel tema de la paridad. Debo reconocer que como mujer me agrada ver que hay más nombramientos femeninos de los que solía haber y me gusta que sea una preocupación. No tanto por una visión feminista doctrinaria, sino que porque realmente creo que hombres y mujeres tenemos las mismas capacidades.
Sin embargo, también me produce cierto temor el que se transforme en una obligación. La tardanza en el nombramiento del Gabinete y los demás cargo y los antecedentes de que alguno han sido invitados a participar con muy poca anticipación me hace pensar que la nominación ha sido una tarea difícil. Claro que para este punto es necesario recordar que la Presidenta electa también prometió caras nuevas y debe de alguna forma dejar a todos los partidos contentos.
Las mujeres pueden llegar a ocupar cargos públicos y Gobierno, pero no simplemente por ser mujeres. Justamente lo que no queremos es que los acupen los hombres por ser hombres. La discriminación positiva no conlleva un cambio en la concepción de las cosas ni en su valoración. Lo que se requiere es una verdadera igualdad de género.
Ante esto solamente me queda la siguiente pregunta: ¿es mejor para nuestro país tener un Gabinete paritario? Sin ponerlo en duda, honestamente, no lo sé.