Vinos Lautaro, es una empresa del Maule que produce anualmente 1.069.500 litros de vino, de los cuales el 60% se embotella y el 40% se exporta a granel y al mercado interno y que desde 1997 exportan a Europa. Durante el 2004 exportaron una suma de US$904.568 y hasta mayo del 2005 llevaban un monto de US$279.137.
Esta sociedad vitivinícola ganó el Premio a la Innovación Agrícola 2005.
La semana pasada me reuní con don Raúl Navarrete, Gerente Comercial de dicha empresa, quien me contó un poco más sobre la historia de esta sociedad campesina.
Todo comienza con la asignación de tierras a unos 45.000 mil parceleros, a título individual, durante la dictadura. Algo en lo que seguramente se vio un gesto de generosidad hacia el sector rural, sin embargo, les entregaron las tierras y nada más, sin ninguna herramienta para poder trabajarla. Fue así que muchos, sumidos en la pobreza y la ignorancia, cambiaron sus tierras por lo que les ofrecían: un televisor en blanco y negro, y en otras ocasiones una citroneta.
Así, sólo un 10% de los parceleros lograron conservar sus tierras y, a pesar de todas las dificultades, progresar. Como podemos ver, el origen de lo que es hoy una prestigiosa empresa, reconocida internacionalmente por su calidad, está marcado por muchas dificultades, pues sus dueños partieron con lo puesto, trabajando ellos mismo sus tierras, en pésimas condiciones. Pero que con el paso del tiempo, logran salir adelante. Como bien dicen por ahí, la unión hace la fuerza, que con apoyo del gobierno y sobre todo, el esfuerzo y trabajo de ellos, se asocian, adquiriendo conceptos empresariales, logrando la producción de vinos finos.
Debo decir que me sorpendió, y a la vez me emocionó, la forma de trabajar de esta sociedad. A diferencia de la mayoría de las empresas, han logrado producir vinos de excelente calidad, a un bajo costo social, es decir, preocupándose por cada uno de los campesinos que forman parte de ella, de sus condiciones de trabajo, de que no les falte una cama para ninguno de sus hijos, incluso, de pensar en el futuro de los niños, ahorrando para su educación.
El reconocimiento hecho por la Fundación para la Innovación Agraria a esta empresa consiste en 5 millones de pesos. Don Raúl, me contó que con esta plata, enviarían a uno de sus técnicos y a agricultores a Francia, España e Italia, (países con una larga historia vitivinícola) a captar nuevas tecnologías.
No me queda más que felicitarlos, no tan sólo por la obtención de este premio, sino también por el trato humano que se da dentro de la empresa y que, sin duda, dignifica el trabajo.