Hacer un comentario

Cuando nos volvemos amigos del dolor como mecanismo de defensa

22 Julio 2020

Porque mientras estoy con dolor no vivo, no me arriesgo a amar de nuevo (persona, relación, mascota), no me arriesgo a tener esperanza de sanarme (enfermedad), de que me contraten (trabajo), por lo tanto, nadie puede hacernos daño. 

María Eugenia Pérez >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Invitado

Cuando hablamos de duelo, generalmente lo relacionamos a la muerte de alguien que queremos, puede ser una persona y también una mascota, sin embargo, también es un duelo el término de una relación amorosa o de amistad, el diagnóstico de una enfermedad difícil, que te despidan de un trabajo en el cual has invertido más allá del tiempo laboral, tus ganas proyectos e ideas, el que tengas que dejar tu casa y cambiarte a otro lugar, es decir, hay muchos tipos de duelo.

Actualmente muchos de nosotros estamos en proceso de duelo, muchos hemos perdido algo o alguien que queríamos y que muchas veces a través de eso que hemos perdido, nos dábamos el permiso de definirnos de una u otra forma, nos daba un significado de cómo ser, una identidad.

Al momento de vivir un duelo, este viene acompañado del dolor, ese sentir que a veces paraliza, otras veces da rabia, miedo, sentir la injusticia de lo que pasó, y muchas otras emociones, como el desamor y el perder una parte de nuestro sentir se hace presente. ¿Cuánto tiempo tiene que durar el duelo?, meses, años, para siempre… dicen los especialistas que a lo menos un año, pero no dicen cuanto tiempo…

Lo que sabemos es que el dolor dura bastante, y muchas veces nos hacemos amigos del dolor, para sentir algo cuando nuestro cuerpo se entumece, nos agarramos al dolor como compañero porque vivir con esa pérdida es tan grande, que no sabemos cómo estar de nuevo en la vida, entonces el dolor cobra otro significado, el dolor pasa a ser una forma de protegernos, un mecanismo de defensa, un escudo hacia el resto y hacia nosotros mismos, el dolor pasa a ser nuestro amigo.

Porque mientras estoy con dolor no vivo, no me arriesgo a amar de nuevo (persona, relación, mascota), no me arriesgo a tener esperanza de sanarme (enfermedad), de que me contraten (trabajo), por lo tanto, nadie puede hacernos daño. Es una forma de “honrar” esa pérdida, y decir al mundo miren como sufro, miren lo que me pasa, no es a propósito, sin embargo, existe y a través del dolor dejamos de estar presentes y así nos protegemos de volver a creer, de volver a amar, porque mientras el dolor nos envuelva, estamos paralizados, estamos en modo stand by, ni apagados ni encendidos, estamos en reposo de la vida.

Bienvenido amigo dolor, gracias por cuidarme y protegerme, por acompañarme y darme un respiro de vivir, ya que al estar viva siento todo aquello que he perdido, y eso duele y asusta, pero también me pierdo de las cosas que me gustan, porque si estoy en duelo no puedo reírme o disfrutar, porque no sería justo para esa perdida y así caigo nuevamente en este ciclo de dolor, de no vivir, de no estar presente.

Finalmente, la decisión siempre es mía, yo elijo como tú también puedes hacerlo. Para vivir hay que ser valiente, no es no tener miedo, es tenerlo, aceptarlo y decidir que algo más vendrá para mí, para nosotros, es un salto de fe.

A veces también hay que despedir a nuesto amigo dolor y por supuesto, desearle un buen viaje.

Responder

El contenido de este campo se mantiene privado y no se mostrará públicamente.
  • Las direcciones de las páginas web y las de correo se convierten en enlaces automáticamente.
  • Etiquetas HTML permitidas: <a> <em> <strong> <cite> <code> <ul> <ol> <li> <dl> <dt> <dd> <p> <br>
  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.

Más información sobre opciones de formato

Aqui podría estar su imagen. para registrarse, haga clic aquí.

CAPTCHA
Esta pregunta se hace para comprobar que es usted una persona real e impedir el envío automatizado de mensajes basura.