Sabotaje Emocional: Cuando el enemigo se esconde en nuestro interior

Sabotaje Emocional: Cuando el enemigo se esconde en nuestro interior

08 Julio 2020

Puedo apostar que al igual que muchas personas en el mundo, también te ha pasado que estás empezando apenas a tener un poquito de resultados positivos en tu vida y de manera inexplicable, aprietas el botón de “autodestrucción” sin entender bien el porqué.

Humberto Almonacid >
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La escritora y experta en gestión personal Alyce Cornyn-Selby, lo describe muy bien en la siguiente frase: Auto-sabotaje es cuando decimos que queremos algo y después nos aseguramos de que no suceda.

Lo anteriormente descrito, es uno de los procesos de pensamiento más curiosos de los seres humanos. Según podemos observar en la naturaleza, los animales no practican el sabotaje emocional ni tampoco la postergación de sus actividades; no juegan al juego de fingir que buscan algo que en realidad no quieren en sus vidas, ni tampoco dejan las cosas para más adelante cuando perfectamente podrían conseguirlas en el instante. Pero como hemos visto a través del tiempo y más aún en esta época agitada, gran cantidad de personas sí lo hacen. Se engañan a sí mismas sin ser conscientes de ello, pudiendo llegar a sabotear sus relaciones afectivas, destruyendo sus propias empresas y esquivando el éxito cada vez que este toca a su puerta, sin tener la más mínima idea de lo que se está pasando.

¿Por qué será que una persona puede convertirse en su peor enemiga?; ¿Por qué será que la gente dice una cosa y después hace otra?. Sencillamente, porque son incapaces de comprender sus verdaderas intenciones y necesidades, ya sea por falta de autoconocimiento o motivación. Entender qué pasa en la mente de un saboteador emocional, es el primer paso para vivir con menos ansiedad y sin culpa. Ya que en general, en la vida solo se gana sí dejamos de boicotearnos, ya sea postergando las actividades importantes o exigiéndonos una perfección tan alta que resulta inalcanzable para nosotros y para quienes nos rodean.

Desde que inicié hace 12 años mi camino en el mundo del Coaching, he visto cómo decenas de personas, empiezan de manera excelente identificando claramente lo que necesitan mejorar en sus vidas, hacen estos cambios de forma gradual, llevándolos a sentir una tremenda inyección de adrenalina debido a que un mundo totalmente nuevo se descubre ante sus ojos, recibiendo toda la motivación que necesitaban. Siendo aquí donde sucede lo extraño, ya que lamentablemente, pasados algunos días, semanas o meses en algunos casos, y después de cumplir algunas metas y concluir varias tareas de importancia, de forma realmente inexplicable, caen víctimas de sus propios patrones destructivos de pensamiento y regresan a su comportamiento anterior, aunque entienden perfectamente que esto las lleva a vivir una vida que no quieren vivir.

Es como si tuvieran miedo al éxito o fueran adictas al fracaso y en la mayoría de los casos, ni siquiera son conscientes de que están repitiendo estos patrones destructivos, saltando de una situación compleja a otra peor. Pueden salir de un trabajo que no les gusta a otro que les gusta menos, de una relación tortuosa a otra similar, coleccionan desilusión tras desilusión y cuando les preguntas del por qué; solo se limitan a quejarse, se justificarse y culpar a los demás, sabiendo muy en el fondo de su alma, que son los únicos responsables.

Sé que algunos eruditos dirán, que el fracaso no existe y que todo es aprendizaje, pero qué pasa cuando sabes exactamente lo que debes cambiar y no lo cambias, entonces creo que en ese caso estás peor que antes. Es como tratar de pasar por una puerta y darse tumbos contra la pared una y otra vez.

“Lo único claro es que el problema no está fuera; somos nuestro peor enemigo”

Para controlar este mecanismo y ser capaces de lidiar con sus efectos negativos, debemos entender que nuestra mente funciona en base a programaciones mentales o creencias que se van desarrollando y ajustando a través del tiempo. Éstas se sustentan y refuerzan por medio de la observación, la experiencia y el aprendizaje. Cada nueva creencia, crea una conexión en nuestro cerebro que se activa cada vez que se presenta un estímulo externo, desarrollándose con mayor profundidad entre los 3 y 7 años de vida. Estas conexiones cerebrales, se van reforzando con cada repetición y se automatizan gracias a los circuitos de placer y recompensa, además de los sistemas especializados de ahorro de energía. Siendo esta última, una de las misiones principales de nuestro cerebro relacionadas con la supervivencia, ahorrar energía, debido a que es el órgano que consume el 20% de todo lo que se genera, con tan solo el 2% del peso corporal. Una vez que se ha logrado la automatización, es extremadamente difícil cambiar estos patrones de comportamiento, convirtiéndose en nuestra zona de confort. (Aunque no imposible).

Puede que recuerdes la última vez que hiciste algo nuevo, de seguro tu sistema de atención estaba sobrecargado y llegaste a tu casa con mucho cansancio después de la jornada, dejando de estarlo a medida que pasaban los días, ya que el sistema de adquisición de datos para la automatización ya estaba en marcha. Como bien dice la frase, “Zona de confort, un hermoso lugar, pero nada florece ahí”. Te puedo asegurar que no existe un lugar donde se consuma menos energía que la “Zona de Confort”, debido a que ahí todo es conocido, familiar y seguro. Si no haces algo por salir, aunque sea a explorar de vez en cuando, te mantendrás ahí por el resto de tu vida, pese a que seas consciente de lo negativo que sea para tus aspiraciones y anhelos. Por eso, si quieres salir de este lugar, vas a tener que lograr que tus motivaciones sean más grandes que tus miedos.

Es por ello que que te cuesta bajar esos kilitos de más, por lo que no eres capaz de encontrar o mantener a tu relación ideal, por lo que sientes tanta angustia y tristeza sin saber la causa, por lo que no puedes dejar de quejarte y justificarte o también, aunque odies tu trabajo, no te atrevas a dejarlo, porque hacerlo requerirá un consumo excesivo de energía para tu cerebro. Aunque esta explicación puede sonar demasiado simple, estudios sobre la procrastinación han demostrado, que cada vez que queremos hacer algo fuera de lo normal, se activa en nuestro cerebro una zona llamada ínsula, relacionada con el dolor físico y emocional, por lo que tendremos la tendencia a postergar y reemplazar la actividad nueva por cualquier otra que sea conocida y agradable, impidiendo cualquier opción de mejorar.

Un consejo, si quieres cambiar de verdad esta situación, deja de enfocarte en lo que “no tienes”, agradece lo que sí tienes, ten más compasión con los demás y comprométete con tomar acción a pesar de las dificultades, además, no cuentes a todos lo que te gustaría hacer, deja que tu éxito haga todo el ruido, ya que cuando lo haces, tu mente tiende a relajarse, fenómeno llamado “realidad social”, donde la satisfacción que brinda contar a los demás los detalles de tus metas, termina por hacer que pierdas la motivación necesaria para trabajar en alcanzarlas.

La psicóloga mexicana Silvia Russek, especialista en Psicología Clínica y terapia individual y de pareja, señala que el siguiente ejercicio te será de mucha ayuda para encontrar el motivo por el que te saboteas. En Coaching es algo que conocemos como evaluación ecológica de la meta. Ahora, haz una pausa, ve por una hoja con un lápiz y responde las preguntas que aparecen a continuación:

¿Cuál es tu mayor miedo?

¿Cuál es tu mayor preocupación?

¿Qué pasará si logras tus metas?

¿Qué es lo más seguro que pase ahora?

¿Qué pasaría si tu vida cambiara?

¿Qué te provoca el éxito? (Sentimientos asociados)

En este momento. ¿A qué tienes miedo?

¿Qué pasará a tu alrededor si logras lo que deseas?

Contesta las preguntas rápidamente, sin pensar ni analizar las respuestas al momento de responder. Luego reflexiona sobre cada una de tus respuestas buscando descubrir qué es lo que te podría estar llevando al “Sabotaje emocional”.

Entre las opciones más recurrentes que te podría nombrar están el miedo al cambio, el miedo al fracaso, la sensación de no merecer lo que se busca, el miedo a la pobreza, el miedo a la pérdida del amor, el miedo a la soledad, la necesidad imperiosa de aprobación externa, en fin, muchos temores asociados a diferentes creencias que tendrás la responsabilidad que identificar y resolver durante toda tu vida. Así, podrás podrás transformarte en la persona que necesitas ser para alcanzar el éxito en cualquier cosa que te propongas hacer.

Un último consejo; mantente firme en tus convicciones, trabaja para que lo bueno sea mejor y lo mejor excelente, puede que lo excelente te tome más tiempo, pero los resultados son maravillosos y si por algún motivo necesitas ayuda, me buscas y lo más importante, recuerda no sabotearte, nos vemos.

Un consejo, si quieres cambiar de verdad esta situación, deja de enfocarte en lo que “no tienes”, agradece lo que sí tienes, ten más compasión con los demás y comprométete con tomar acción a pesar de las dificultades, además, no cuentes a todos lo que te gustaría hacer, deja que tu éxito haga todo el ruido, ya que cuando lo haces, tu mente tiende a relajarse, fenómeno llamado  realidad social, donde la satisfacción que brinda contar a los demás los detalles de tus metas, termina por hacer que pierdas la motivación necesaria para trabajar en alcanzarlas. La psicóloga mexicana Silvia Russek, especialista en Psicología Clínica y terapia individual y de pareja, señala que el siguiente ejercicio te será de mucha ayuda para encontrar el motivo por el que te saboteas. En Coaching es algo que conocemos como evaluación ecológica de la meta. Ahora, haz una pausa, ve por una hoja con un lápiz y responde las preguntas que aparecen a continuación:

¿Cuál es tu mayor miedo?

¿Cuál es tu mayor preocupación?

¿Qué pasará si logras tus metas?

¿Qué es lo más seguro que pase ahora?

¿Qué pasaría si tu vida cambiara?

¿Qué te provoca el éxito? (Sentimientos asociados)

En este momento. ¿A qué tienes miedo?

¿Qué pasará a tu alrededor si logras lo que deseas?

 

Contesta las preguntas rápidamente, sin pensar ni analizar las respuestas al momento de responder. Luego reflexiona sobre cada una de tus respuestas buscando descubrir qué es lo que te podría estar llevando al “Sabotaje emocional”.

Entre las opciones más recurrentes que te podría nombrar están el miedo al cambio, el miedo al fracaso, la sensación de no merecer lo que se busca, el miedo a la pobreza, el miedo a la pérdida del amor, el miedo a la soledad, la necesidad imperiosa de aprobación externa, en fin, muchos temores asociados a diferentes creencias que tendrás la responsabilidad que identificar y resolver durante toda tu vida. Así, podrás podrás transformarte en la persona que necesitas ser para alcanzar el éxito en cualquier cosa que te propongas hacer.

Un último consejo; mantente firme en tus convicciones, trabaja para que lo bueno sea mejor y lo mejor excelente, puede que lo excelente te tome más tiempo, pero los resultados son maravillosos y si por algún motivo necesitas ayuda, me buscas y lo más importante, recuerda no sabotearte, nos vemos.

Un consejo, si quieres cambiar de verdad esta situación, deja de enfocarte en lo que “no tienes”, agradece lo que sí tienes, ten más compasión con los demás y comprométete con tomar acción a pesar de las dificultades, además, no cuentes a todos lo que te gustaría hacer, deja que tu éxito haga todo el ruido, ya que cuando lo haces, tu mente tiende a relajarse, fenómeno llamado “realidad social”, donde la satisfacción que brinda contar a los demás los detalles de tus metas, termina por hacer que pierdas la motivación necesaria para trabajar en alcanzarlas. La psicóloga mexicana Silvia Russek, especialista en Psicología Clínica y terapia individual y de pareja, señala que el siguiente ejercicio te será de mucha ayuda para encontrar el motivo por el que te saboteas. En Coaching es algo que conocemos como evaluación ecológica de la meta. Ahora, haz una pausa, ve por una hoja con un lápiz y responde las preguntas que aparecen a continuación:

¿Cuál es tu mayor miedo?

¿Cuál es tu mayor preocupación?

¿Qué pasará si logras tus metas?

¿Qué es lo más seguro que pase ahora?

¿Qué pasaría si tu vida cambiara?

¿Qué te provoca el éxito? (Sentimientos asociados)

En este momento. ¿A qué tienes miedo?

¿Qué pasará a tu alrededor si logras lo que deseas?

 

Contesta las preguntas rápidamente, sin pensar ni analizar las respuestas al momento de responder. Luego reflexiona sobre cada una de tus respuestas buscando descubrir qué es lo que te podría estar llevando al “Sabotaje emocional”.

Entre las opciones más recurrentes que te podría nombrar están el miedo al cambio, el miedo al fracaso, la sensación de no merecer lo que se busca, el miedo a la pobreza, el miedo a la pérdida del amor, el miedo a la soledad, la necesidad imperiosa de aprobación externa, en fin, muchos temores asociados a diferentes creencias que tendrás la responsabilidad que identificar y resolver durante toda tu vida. Así, podrás podrás transformarte en la persona que necesitas ser para alcanzar el éxito en cualquier cosa que te propongas hacer.

Un último consejo; mantente firme en tus convicciones, trabaja para que lo bueno sea mejor y lo mejor excelente, puede que lo excelente te tome más tiempo, pero los resultados son maravillosos y si por algún motivo necesitas ayuda, me buscas y lo más importante, recuerda no sabotearte, nos vemos.