Crianza responsable: Normas, respeto y contención emocional

Crianza responsable: Normas, respeto y contención emocional

01 Octubre 2020

Cada día nos encontramos con más y más casos de familias en las que dicen que no saben qué hacer o cómo poder controlar una conducta no deseada de sus hijos.

Katherine Sáez >
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La crianza de un hijo comienza desde que este nace, su primer contacto con el entorno serán sus padres, su primera comunicación no verbal será con ellos y serán estos quienes les brinden el amor, respeto y confianza, para generar en ellos estabilidad emocional.

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Ser capaces de escuchar las demandas de nuestros hijos es uno de los principales pasos para poder llegar a una crianza afectiva, no solo las necesidades básicas como alimentacion o abrigo, sino que ademas cubrir necesidades de contención emocional.

Cuando un padre no escucha, no acepta opiniones e impone sus reglas, estamos en una crianza autoritaria, si bien esta crianza ayuda a tener claras las reglas, perjudica el autoestima generada en los niños y niñas ya que basan sus capacidades en si son capaces o no de cumplir estas normas. Debemos tener claro que como padres somos unos guías en el camino de la vida y debemos ayudar a tomar las mejores decisiones en base a los interes y metas de nuestros hijos. No imponerles nuestras vidas.

Por otra parte, la crianza permisiva nos permite generar un poco más de libertad en nuestros hijos, menos responsabilidades y menos control sobre sus conductas. Al ser padres jóvenes nos da mucho miedo cometer errores y transformarnos en padres autoritarios. Pero olvidamos mostrar las consecuencias de los actos, al no tener reglas claras los hijos demuestran mayor rebeldia y en algunos casos hasta violencia física, al no sentir que los padres son el apoyo necesario, buscan sentirse reforzados en personas externas que no son las adecuadas.

¿Entonces qué debo hacer en la crianza? Quizás sea una de las preguntas más complejas de responder, nadie nace sabiendo ser padre o madre, pero lo que sí debemos tener claro es que debemos pensar en el bienestar socioemocional de nuestros hijos.

La crianza democrática es una de las formas más seguras de poder tener una buena crianza: dejar claros los límites, dar a conocer que esos límites se pueden negociar. Que se escucha la opinión de los hijos e hijas, que se les respeta y se les motiva a cumplir metas pero también a seguir normas, no a través de la imposición sino de la conversación, favoreciendo el autoestima y valorando las capacidades que tienen.