El sexo y el consumo.

18 Enero 2006

Una visión del sexo en la sociedad de consumo, una pequeña reflexión moderna.

Ricardo Valladares >
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Lo esencial del consumo moderno es el ser un rasgo de carácter. En realidad, no importa lo que se consume, desde la comida, cigarrillos, revistas, autos,etc. Un
proceso donde los objetos de consumo pierden sus cualidades concretas, al ser requeridas sólo como un poderoso afán: la codicia de tener y usar.Como diría Fromm “el consumo es la forma enajenada de estar en relación con el mundo: hacer del mundo un objeto de mi codicia, no de mi interés y preocupación”.
Luego,como el modelo económico requiere un carácter social cuya finalidad sea precisamente el consumo, difícilmente podrá mantener una moral puritana. Por tanto vemos en el sexo cualidades que tiene cualquier otro consumo: es vacío, impersonal, desapasionado, pasivo y fácil. La diferencia está en su casi gratuidad y su no disminución en la capacidad de trabajo. Una sociedad de consumo tiene que insistir en la libertad sexual, no es posible separar lo “moralmente" correcto de una ideología donde todo está barajado por una mano
invisible.

Comentarios

Imagen de OX

Relativismo moral....

Relativismo moral.... decía la iglesia ante la urgente necesidad de una campaña profiláctica preventiva de ETS(enfermedades de transmisión sexual).
De que la moral es elástica sólo mirémosnos hace 30 años. La misma iglesia abominó por los pantalones en las mujeres del año 40', las minis en los 50', los bikinis en los 70' (todas estas a riesgo de excomulgación).
Pues ahora, al igual que el mercado, la moral se instrumentaliza a partir del discurso eclesial que se muestra absolutamente (no relativo) correcto. De esa manera, la iglesia y su forma cada vez menos eficiente de mostrar las discuciones morales, no deja cabida o más bien, qué sentido tiene dejar que las personas decidan sobre si esa verdad es o no es.