Las redes sociales han cambiado la manera de relacionarse de los adolescentes con sus pares. A través de aplicaciones como Facebook o Instagram, los jóvenes muestran su día a día y comparten con amigos o desconocidos los sucesos más importantes de sus vidas; en Twitter encuentran un medio donde compartir sus opiniones con menos inhibiciones y sin miedo a ser juzgados. En promedio, los adolescentes pasan, por lo menos, tres horas al día revisando y actualizando sus redes sociales. La preocupación por conocer qué efectos tienen estos sitios en los adolescentes ha llevado a la realización de numerosos estudios; los resultados que han obtenido los especialistas son verdaderamente alarmantes.

Consecuencias negativas en el uso de redes sociales

El uso moderado de redes sociales no parece tener demasiadas consecuencias. Sin embargo, los adolescentes pasan una cantidad de tiempo excesiva dentro de estas comunidades virtuales y, de acuerdo con un estudio realizado por una importante organización benéfica del Reino Unido, YouTube es la única red social que podría tener un efecto positivo, mientras que Instagram es la que más afecta negativamente a los jóvenes. Entre las principales consecuencias negativas podemos mencionar:

• Percepción desvirtuada de la imagen corporal: Las redes sociales, principalmente las dedicadas a publicar fotografías, funcionan como la publicidad sin restricciones. Los usuarios consumen imágenes retocadas de famosos y las asocian con un ideal de belleza ficticio. Preocupados por conseguir la perfección, los adolescentes son más propensos a sufrir trastornos alimenticios que desencadenen en graves problemas de salud. Además, sujetos a la crítica constante de otros usuarios, la inseguridad aumenta y tener una autoestima baja puede llevar a la depresión e, incluso, a tener pensamientos suicidas.
• Ansiedad: Pasar mucho tiempo en redes sociales se torna adictivo. Como sucede con cualquier otra adicción, privar a los adolescentes del uso de estas aplicaciones genera síntomas de abstinencia que pueden resultar en cambios de humor y comportamiento. Por otro lado, la dependencia genera ansiedad por conocer si alguien les ha escrito mensajes o si tienen nuevos seguidores. Esta ansiedad puede convertirse fácilmente en algo más grave y los adolescentes podrían sufrir palpitaciones, dificultades para respirar e, incluso, ataques de pánico. La ansiedad también genera interrupciones en los patrones del sueño perjudicando la concentración y el nivel académico.
• Ciberacoso: Publicar cada movimiento en las redes sociales puede convertir a una persona en víctima del ciberacoso. Además de los mensajes que se pueden recibir al publicar una foto, los adolescentes se exponen a que sus imágenes se compartan y sean reenviadas a otras personas. Por otro lado, un perfil que no sea privado les permite a desconocidos conocer dónde está una persona en determinado momento atentando contra su seguridad.

Evitar la dependencia

La solución para que un adolescente no sufra consecuencias negativas por el uso excesivo de redes sociales es establecer pautas que eviten la dependencia. Para eso, los padres deben estar muy atentos al comportamiento de su hijo y fijar los límites que sean necesarios. Muchos adultos también pueden desarrollar una dependencia al teléfono celular y las redes sociales y, por lo tanto, es imprescindible que sean los primeros en dar el ejemplo limitando el uso de dispositivos electrónicos y desconectándose de estas aplicaciones. Por otra parte, los padres deben promover la realización de otras actividades, ya sean individuales o en familia, para fomentar el entusiasmo del adolescente por hacer otras cosas. Si una persona tiene cosas para hacer, menos tiempo tendrá de revisar las redes sociales.

Por último, es fundamental entablar conversaciones para explicarle al adolescente las consecuencias negativas que puede tener el uso excesivo de redes sociales y de los teléfonos celulares en general. Asimismo, es conveniente enseñarles a tener un pensamiento crítico y a no creer todo lo que ven publicado cuestionando aquellas cosas que no parecen ciertas. Algunos usuarios tienden a ser prejuiciosos en redes sociales y, para evitar este comportamiento negativo, es necesario enseñarle a nuestro hijo a tener empatía y a celebrar las diferencias que pueden tener con otras personas respetando la diversidad de opiniones.