Buenas conversaciones, buenos futuros
40 años del golpe: Los derechos humanos son, efectivamente, para todos/as
40 años del golpe: Los derechos humanos son, efectivamente, para todos/as
Existen hoy muy pocas personas dispuestas a negar o menos a justificar las atrocidades que se cometieron en esa época. Cuando el Estado es el que mata, los derechos humanos se encuentran completamente burlados.
Amnistía Intern... >
authenticated user*Por Ana Piquer, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Chile.
Las conmemoraciones de los 40 años desde el golpe de Estado en Chileestán dejando mucho para la reflexión. Desde Amnistía Internacional hemos estado desarrollando diversas actividades de campaña, intentando visibilizar lo pendiente en materia deverdad, justicia y reparación para las víctimas de las graves violaciones de derechos humanos que se cometieron en Chile durante la dictadura.
Me ha alegrado ver que en este año de conmemoración, pareciera que ya existen muy pocas personas dispuestas a negar o menos a justificar las atrocidades que se cometieron en esa época. Sin
embargo, esto se ve matizado por ciertas críticas reiteradas, a veces
muy agresivas, que pese a lo reiteradas nunca han dejado de
sorprenderme.
Se nos dice que hablamos desde la
rabia o el resentimiento. Puede que en algunos casos así sea. Puede que
una persona a quien le hicieron desaparecer su familia, que la
torturaron brutalmente, sienta resentimiento contra quienes se lo
hicieron, y no soy quien para juzgarlo ni puedo afirmar que yo en su
lugar no sentiría lo mismo. Sin embargo, independientemente de los
sentimientos involucrados, el derecho internacional de los
derechos humanos condena la tortura, las desapariciones forzadas, las
ejecuciones extrajudiciales como delitos gravísimos, por los
cuales el Estado de Chile tiene una responsabilidad que sólo se completa
al proporcionar verdad, justicia y reparación a todas las víctimas y
sus familiares. Si hay o no hay rabia no tiene nada que ver con la
justicia.
Se nos dice que nos "quedamos pegados" en el pasado y no queremos construir futuro. Pero lo que creemos es que no se puede construir futuro haciendo como que el pasado nunca sucedió.Sólo
recordando, reconociendo y haciéndonos cargo de nuestra historia,
podremos garantizar que atrocidades como las cometidas en dictadura
nunca vuelvan a suceder. Es responsabilidad del Estado de Chile
garantizar verdad, justicia y reparación a las víctimas, incluyendo
garantías de no repetición, como educación en derechos humanos y memoria
histórica.
Se nos dice que queremos dividir con
este tipo de discursos, al hablar de impunidad. Pero lo que quisiéramos
es construir un consenso: que todas las personas unidas, podamos
condenar las violaciones de derechos humanos ocurridas en Chile y
acordar que no queremos que eso se repita. Que estemos de acuerdo en que
es necesario adoptar medidas para hacer realidad la promesa de el
"nunca más". Por eso, resulta tan importante que sea el Estado el que
adopte medidas consistentes para la preservación de la memoria
histórica, para asegurarnos de que no enterremos nuestros dolores y
horrores bajo la alfombra, sino que los enfrentemos, reconozcamos y
condenemos transversalmente.
Se nos dice que es
necesario considerar el contexto, que hubo muertos y heridos entre los
militares, que había un clima de exaltación y descontento. El contexto,
las causas del golpe de Estado o la necesidad del mismo es una discusión
sin resolución. Y por supuesto que todo asesinato es condenable,
quienquiera que lo cometa. Un asesinato cometido por una persona o un
grupo de personas - un crimen común - es grave y el Estado tiene el
deber de proteger a sus habitantes de la violencia y garantizar que no
quede impune. Pero esto es muy diferente a lo que sucede cuando es el
aparato del Estado el que se organiza para torturar, detener y matar
personas. El Estado es el llamado a proteger a sus habitantes; cuando
el Estado es el que mata, los derechos humanos se encuentran
completamente burlados, dejando a las personas en la indefensión
absoluta. Esto último es lo que sucedió en Chile durante la
dictadura. Y, sabiendo que no había una guerra, no hay contexto alguno
que pueda justificar eso.
Finalmente, se nos dice
que los derechos humanos son para todos/as, no sólo de la izquierda. Por
supuesto que así es. Sucedió que en Chile las víctimas de violaciones
de derechos humanos fueron de izquierda, fueron el grupo reprimido por
la dictadura. En otros países, las organizaciones de derechos humanos
son tildadas de imperialistas por criticar las violaciones cometidas por
regímenes de izquierda.Los derechos humanos no tienen color político; son, efectivamente, de todos y todas. Y
las víctimas de violaciones de derechos humanos en Chile, y sus
familias, sean o no de izquierda, tienen derecho a exigir verdad,
justicia y reparación hasta que la obtengan.