Desde el medioambiente y la cultura: Alfredo Sfeir levanta una alternativa que va creciendo en el Maule

Mientras los candidatos de la Nueva Mayoría y de Chile Vamos han recurrido a regalar los clásicos sacos de compras afuera de los mercados populares de la Región, el candidato independiente Alfredo Sfeir visita el Achibueno para testimoniar la reserva natural y ética del cuidado de la naturaleza.

Mientras las casas se llenan de volantes y calendarios en el jardín, Alfredo Sfeir realiza reuniones con activistas medioambientales y ecoferiantes que llevan años esperando ser escuchados por la política y que ven en su trayectoria mundial de economista medioambiental una posibilidad única de llevar estas problemáticas al parlamento.

Si en un principio, los dos grandes conglomerados políticos caminaban seguros hacia los 5 cinco escaños de la Región y veían con simpatía la candidatura menor de este “turista político y verde” como le categorizaron sin éxito, hoy observan con cautela el cómo Sfeir ha pasado de ser un “turista verde” a un candidato con valor ciudadano, respaldo social y libre de los vicios de la vieja política y quizás más peligroso aún: instalando desafíos y problemáticas que escapan a los partidismos políticos y que, en consecuencia, no sólo puede capturar a un buen porcentaje de los llamados “desencantados”, sino que a un todavía incierto número de votantes duros que anteriormente se inclinaban por los dos grandes conglomerados. 

Empoderamiento ciudadano

Para Alnat Gárate, activista medioambiental de Curicó, lo más interesante de la candidatura de Alfredo Sfeir radica en la profunda sintonía con temáticas de productividad familiar y el carácter local y artesanal del trabajo: “el tema de la agricultura familiar, los emprendimientos asociativos, la conservación de la flora y fauna, las cooperativas y la emergente interacción de las actividades productivas tales como el turismo y la vitivinicultura o la diversificación que realizan pescadores artesanales realizando circuitos turísticos en bote, representando aspectos que vale la pena analizar de cómo se están reinventando las economías familiares a baja escala”.

De la misma sintonía habla Mariana Fuentes, activista de Talca Pedalea que promueve el uso de la bicicleta, cuando se refiere a la candidatura de Sfeir que hace unos días los acompañó en sus demandas a través de la cicletada del primer martes de cada mes: “Alfredo Sfeir ha sido para nosotros una real alternativa de vernos representados en el Senado con nuestras demandas. No hay un tema político, porque en nuestro movimiento no nos guía un partido sino quienes promuevan una mejor calidad de vida a través de la sustentabilidad económica, social y medioambiental”.

Para Cristina Valenzuela, presidenta de la ong Matria Fecunda que promueve los derechos de la mujer y la maternidad crítica y consciente, con Sfeir se abre “la posibilidad de instalar más fuertemente los discursos de derechos sexuales y reproductivos, la autonomía para decidir ser madre o padre, y la protección a maternidades y paternidades comprometidas, con resguardo de derechos humanos por parte del Estado”.

Para Carolina Loren, académica y gestora social y cultural, el empoderamiento ciudadano como eje de la propuesta de Sfeir “conecta con la responsabilidad del "ocuparnos - involucrarnos" de lo que nos incomoda... hacernos partícipes de las soluciones y no dejar que otros tomen decisiones”, adquiriendo la campaña no sólo un fin electoral, sino una real experiencia de aprendizaje  ciudadano, pasando de la relación con la autoridad de “pedir y esperar” a un “actuar y mandatar”.

En el ámbito de la cultura, algunos artistas se muestran entusiastas y activos en la elección de Sfeir. Naturalmente desencantados, el concepto de desarrollo sustentable (eje primordial de la candidatura) que rompe el esquema de crecer sólo en materia numérica y de mercado, y que involucra los ámbitos humanos del tejido social, artístico y ambiental, ha ido atrayendo el respaldo de algunos creadores.

Para la poeta Silvia Rodríguez, autora de “Diario de una cesante” entre otros, la coherencia entre trayectoria y propuesta de Sfeir es fundamental: “considero que Sfeir tiene un estilo de vida que es consecuente con su discurso, proyecta credibilidad y esperanza de que en su programa de trabajo visibilizará las necesidades urgentes de nuestra región”, aludiendo además que lleva años sin sentirse motivada por los políticos, hasta ahora.

Coincidiendo con Silvia, la gestora cultural y aficionada actriz Paola Contardo, es enfática y contundente en su respaldo a la candidatura de Alfredo Sfeir: “la propuesta, se acerca a mi manera de pensar en muchos aspectos, pero nos desafía a todos, a salir de la zona de confort tan fuertemente custodiada por el establishment local-nacional. Pensar en generar formas sustentables de convivencia habla de replantearse muchas antiguas formas de cómo se han venido dando las cosas y que no han servido para solucionar de raíz los problemas actuales. Creo que es urgente un cambio profundo que nos haga más conscientes, responsables, activos gestores de una nueva forma de participar en la ciudadanía o comunidad y por supuesto en política”.

Tomando un rol activo en la campaña, el escritor y académico Luis Herrera, autor del “Diccionario de neologismos, disfemismos y locuciones usuales” y de “La Lámpara de Kafka & otros cuentos”, se suma a lo planteado anteriormente: “Sfeir ha sabido establecer una conexión auténtica (no a través de favores y clientelismo) que estaba cortada entre la política y la gente o entre la política y los activistas sociales y artísticos y si bien aún hay movimientos fuertemente desencantados que siguen desconfiados incluso de figuras como la de Sfeir, lentamente se ha ido comprendiendo que es momento de instalar estas “luchas” en la discusión parlamentaria y que Sfeir puede ser la llave para abrir esa puerta que los mismos de siempre han mantenido cerrada desde la dictadura”.

No obstante, cercanos a Sfeir señalan que aún no se sienten seguros con esta creciente efervescencia y prefieren ignorar las múltiples encuestas en redes sociales que lo dan como uno de los cinco senadores el Maule, prefiriendo declinar cualquier opinión sobre este proceso hasta después del 19 de noviembre.