En Talca igual que en Chile la Derecha sin Líderes

La supuesta depresión anímica o endógena de Pablo Longueira cada vez resulta menos entendible en el plano de su salud orgánica, y solo se entiende en cuanto a su salud política. Esto debido a que ante las pésimas perspectivas de ser electo, no quiso ser “carne de cañon” y menos un saludo a la bandera. Longueira no desea dejar su record de no haber perdido jamás una elección, y asi se entiende mejor esta estrategia de desaparecer para una estar “recuperado” cuando venga una mejor y más exitosa oportunidad política. Tan simple como esto.

Por otro lado, concordamos con el columnista Carlos Peña, al decir lo insólito que resulta que hayan sido los hijos del candidato los anunciadores de tal enfermedad. Suponemos que su padre les dijo: que en esto no se meta nadie, hazlo tú. Con ello Longueira le dio un aspecto privado a lo que es de esencia público. Pero poco convenció.

Hoy la derecha da un triste espectáculo de ser diletante entre el menos malo, sin mística alguna, se dedican a la destrucción de su unidad. Como en los antiguos tiempos, entre liberales y conservadores, pelucones y pipiolos, jamás la derecha ha conocido de unidad real alguna. Solamente ante la debacle, en tiempos de Allende se formó el Partido Nacional que agrupó a todos los que se quedaron en la estampida al exterior por miedo a que Allende, los cubanos y los comunistas se comieran a los niños con salsa de tomate por ser roja. Pero ese Partido Nacional fue manejado desde el exterior de sus propias filas, y sus dirigentes muchos pertenecieron a ninguna tradición política clásica de la derecha, era como una sopa de letras.

Las reales diferencias políticas en la derecha no existen, solo prevalecen distintos intereses o estilos en la forma de ganar plata y usarla.

El pragmatismo es total y brutal.

Así este sector político y también social ha debido elegir como su candidato a gente que desprecia en su ámbito íntimo. Tal ha sido el caso de Alessandri Besa, que lo consideran tonto, y a Piñera que lo consideran poco serio. Casi un Frá-Frá, solo que graduado en Harvard, lo que para muchos lo hace más peligroso.

El episodio Golborne, un perfecto y solemne desconocido, sin prosapia alguna, quien desenterró unos mineros y con ellos una vocación de servicio público inexistente. Las Islas Vírgenes podrían también tenerlo como candidato, o cualquier nación de plástico.

La presencia de Evelyn Mattei resulta tan simpática como paradojal. La capacidad de asombro se esfuma en el chileno entendido, y el pueblo ya resulta tan confundido que abandona su propia memoria y abre un libro sin hojas.

Pocas veces se ha visto una carrera política más alterada que la de la señora Mattei.

Pocas trayectorias están plagadas de mayores contradicciones que la suya, pero hoy aparece como lechuga fresca en el mesón de la feria política para ofrecerse a vestir la banda presidencial. Su sonrisa de lado a lado, casi es una burla.

Grosera para hablar con quien se le interpone en su camino, ambiciosa, cruel con sus contendores, y carente de todo pudor público, abraza a sus enemigos, los alaba y se suma a cualquier farándula política si con todo eso siente que la conduce a concretar sus planes y deseos circunstanciales.

Tal es su permanente acomodo, que apenas se le consultó acerca de sus ideas liberales en materias como el aborto, dijo que ahora iban a ser distintas ( si sus ideas propias ) porque sentía que era llamada a representar un grupo más amplio. Así de simple.

Hace algunos años liderábamos una tendencia a evitar que en las Universidades se aceptaran los exámenes de conocimientos relevantes en el traspaso de ramos de derecho en las denominadas convalidaciones de ramos, esto por lo escandaloso que resultan las carencias de conocimientos en muchos de los nuevos abogados chilenos, y junto a ello cuestionamos el que la Excma. Corte Suprema sea el órgano que otorgue el título de abogado, lo que no ocurre en ningún otro país del mundo que se auto denomina civilizado. Se nos cruzó en el camino la senadora Mattei interesada en el tema, y a falta de otro tema, y sin ahondar en la materia, se lanzó en el hemiciclo del Senado un discurso sobre los abogados y las universidades, sin saber nada de fondo acerca del asunto. Ella que no es abogado, trató y enfocó tod desde un punto de vista práctico, es lo que hace con todo.

Lanzada al ruedo, en medio de este palenque, se verá dónde llegan sus plumas y cuál será la dimensión de su nueva aventura.

El tema de las carencias de liderazgo de la derecha está muy bien representada en el caso de la ciudad de Talca, donde la derecha prácticamente no tiene exponentes legítimos. Hubo una época en que la derecha talquina tuvo gente destacada, culta y distinguida. Desde un tiempo a esta parte, a partir de la elección como diputado de Silvio Rodríguez Villalobos el sector descendió a otros estratos sociales y sobre todo culturales para lograr tener alguna representatividad. Incluso en las filas locales de la UDI aparecieron algunos jóvenes que nada en sus vidas tienen que ver con lo que la derecha representa. Ha sido un chiste. Muchos traicionan sus orígenes, otros sufren de osmosis y en busca de un buen trabajo, más que por convicciones políticas, adhieren a partidos que parecen agencias de empleos. No hace mucho que los jóvenes en política salían a las calles con mística a proclamar propaganda de su candidato, hoy salen con y por plata.

Esto ha destruido al sector, lo ha atrofiado y desvirtuado. Actualmente, alcaldes, diputados, sin brillo alguno, representantes del mundo de lo práctico, casi pedestre.

En lo que pasa hoy en el país, puede que la solución sea un posible y muy lamentable depresión que no se la deseamos a nadie.

@lavozdetalca