La Asamblea Constituyente: una oportunidad para las Regiones y sus ciudadanos

La Asamblea Constituyente: una oportunidad para las Regiones y sus ciudadanos

07 Mayo 2015

La democracia en Chile actualmente está pasando por una enorme crisis. Como progresistas creemos y sostenemos que esta situación compleja se resuelven con mayor democracia

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Por Lorena Arellano Navarro 

Administradora Pública. Magíster en Gestión y Políticas Públicas 

La  Constitución que nos rige, como bien sabemos, es ilegítima en su origen. Nació en 1980 en plena dictadura militar, convirtiéndose desde el primer  momento en un enclave lleno de trabas, tal como la  describe el cientista político y constitucionalista Fernando Atria en su libro “La Constitución Tramposa”. Es vergonzoso que nuestra Carta Fundamental, haya sido creada para evitar que las mayorías tuvieran poder de decisión e impulsar los cambios que la sociedad necesita. Esto se reafirma con las palabras de su ideólogo, Jaime Guzmán, quién señalaba que la finalidad de esas reglas constitucionales (o trampas) era que “si llegan a gobernar los adversarios, se vean constreñidos a seguir una acción no tan distinta a la que uno mismo anhelaría, porque –valga la metáfora– el margen de alternativas posibles que la cancha imponga de hecho a quienes juegan en ella, sea lo suficientemente reducido para hacer extremadamente difícil lo contrario” Entre las principales trampas que podemos encontrar en el “legado” de Guzmán y de la Dictadura de Pinochet, podemos destacar los altísimos quórums que se necesitan para la aprobación de muchas leyes fundamentales y de la competencia preventiva del Tribunal Constitucional.

Hay consenso en sectores de izquierda y centro izquierda  en que Chile necesita una Nueva Constitución. En lo que nos diferenciamos, es en la forma cómo debemos lograrlo: algunos creemos que el mecanismo que debe generar esta nueva constitución, es una Asamblea Constituyente, un mecanismo participativo, inclusivo, donde sectores que por años se han sentido marginados del proceso de planificación de propuestas y toma de decisiones, como las Regiones, puedan ser partícipes de la construcción de su destino.

La democracia en Chile actualmente está pasando por una enorme crisis. Como progresistas creemos y sostenemos que esta situación compleja se resuelven con mayor democracia, es decir, generando espacios de participación para los ciudadanos, en los que ellos sientan que su voz y sus inquietudes pueden ser escuchadas y  a la vez  convertirse en actores fundamentales del proceso de construcción de la sociedad de la que forman parte. Quienes sostienen que el Parlamento es el organismo indicado para elaborar una constitución, no están entendiendo lo que sucede en este momento en nuestro país. Lo más sensato es confiar en los chilenos y que seamos todos, vía plebiscito, quienes decidamos el mecanismo para formular una Nueva Constitución para Chile.

Las Regiones y sus ciudadanos deben tener presentes que este proceso constituyente, anunciado por la Presidenta Michelle Bachelet - y que muchos confiamos en que  se traduzca en una Asamblea Constituyente - puede convertirse en una gran oportunidad para terminar con este centralismo histórico, y con ese espejismo de la descentralización que ha avanzado a pasos de tortuga, y que se traduce en bajos niveles de desarrollo en todos los ámbitos para muchos de los habitantes de regiones, que sienten que las políticas de salud, educación y vivienda no llegan a ellos. Los Ciudadanos de cada una de las Regiones de Chile, y sus diferentes organizaciones sociales, sin duda, deben jugar un  rol fundamental en los desafíos que se avecinan y apoyar desde ya la Asamblea Constituyente como el mejor mecanismo para generar una Nueva Constitución.